Varias personas disfrazadas de científicas recibirán y harán de guía a quienes se atreven a visitar El Club de las Sabias. La carpa abrirá el viernes, en la víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, en la Plaza del Rey para en su interior favorecer la reflexión sobre el papel que cada uno quiere tener ante la violencia de género. "Se entra con los ojos cerrados. Te tienes que dejar llevar", advierte Ana Magallanes, responsable de esta iniciativa que forma parte de las actividades programadas por el Ayuntamiento por el 25-N.

El año pasado la propuesta de concienciación con El túnel de lo sentido se centraba en los más jóvenes, "estaba adaptado a ellos". “El alumnado cuando trabaja esta temática siente rechazo por la retroalimentación de lo que ven en casa o ven y escuchan en las redes sociales. La sociedad es machista y se ofrecen argumentos para ir en contra de defender la igualdad. Pero ese fue el mayor éxito de la actividad: muchos salieron diciendo que era el primer taller en el que habían entendido todo y que se consideraban feministas", explica Magallanes, experta en educación en igualdad y prevención de violencia machista. El proyecto está teniendo mucho éxito, con mucha demanda. Ahora lo desarrolla en Rota.

En San Fernando este año la propuesta se abre a la población en general, se va más allá. "La sociedad es muy hipócrita, descarga en la educación la solución contra la violencia machista, cuando es la población en general la que debe concienciarse", deja claro. Por eso, tras escuchar a muchas personas decir "qué guay que fueran adolescentes" en esta edición todos tienen la posibilidad de experimentar sus sensaciones, bajo otra idea, con otro contenido.

La campaña del 25-N se ha diseñado, plantea la concejala de Desarrollo Social, Isa Blanco, para remarcar que la violencia de género no es un problema de las mujeres como se ha extendido a nivel social, sino que "nos afecta a todos". "Es un problema estructural y comunitario", abunda. "Vimos que el túnel del año pasado respondía a esa filosofía, con su labor pedagógica analiza el origen. Enlaza muy bien con la idea de esta año por lo que decimos sacarlo a la calle", detalla. Como El Club de las Sabias, en esta ocasión.

Se busca acabar con el concepto de que las violencias machistas están lejos, "pensamos que no tenemos nada que ver y hacer, cuando el machismo lo tenemos interiorizado", porque muy al contrario está muy cerca y el papel de cada uno es muy importante. "La acercamos a los entornos más próximos, a la responsabilidad como ciudadanía", expone Ana Magallanes.

A través de los sentidos, los participantes podrán experimentar distintas sensaciones que le harán plantearse qué papel quieren protagonizar ante la violencia de género. Se recreará un laboratorio, en el que las científicas, también algún científico, hacen un análisis de la sociedad y comprueban cuáles son las soluciones que se dan para que la violencia machista desaparezca. "Durante siglos en la lucha feminista ha habido muchas mujeres referentes que han ido descubriendo cuál es la solución para que la lacra de la violencia de género desaparezca. Es importante darle el rango que tiene esta lucha, porque las mujeres que nos dedicamos a esto, desde el ámbito profesional y no desde la opinión personal, no dejamos de estar cuestionadas", comenta.

Magallanes no quiere dar muchos detalles porque precisamente todo se basa en la sorpresa, dado que se accede con los ojos tapados, y en esas emociones que tenga. "El factor sorpresa, entrar sin saber del todo que se van a encontrar", precisa también la concejala. Les acompañarán en ese proceso un hombre o una mujer. En la puerta, otras dos personas se encargarán de llamar la atención de la gente que esté en la zona, de invitarlos a pasar. Pero sobre todo estarán allí para resolver dudas, para dar los argumentos necesarios, para explicar aquello que no hayan terminando de entender del sentido de la actividad quienes la realicen. "Para quienes se atrevan a entrar en la carpa", insiste.