La mesa negociadora de la estiba entre la patronal Anesco y los sindicatos del sector entró ayer en vía muerta tras la presentación de una propuesta de los empresarios para reestructurar el sector. La patronal Anesco plantea alcanzar una reducción del 30% de los costes operativos en los puertos españoles en un plazo de tres meses. Y en caso de no lograrse, que los salarios de los estibadores se reduzcan en una proporción similar. Entre las medidas también se incluyen jubilaciones forzosas, según la propuesta.

Los sindicatos mostraron su rechazo a la propuesta, que calificaron como "imposible" al entender que implica una profunda revisión de sus condiciones de trabajo y por relegar a un segundo plano -bajo condicionantes- la subrogación de los trabajadores, que a día de hoy sigue siendo la principal aspiración de la parte social. La reunión apenas duró una hora y media. Suficiente para evidenciar el desencuentro dado que los sindicatos habían llegado con la confianza de poder avanzar en la subrogación laboral.

Lejos de eso, Anesco presentó su propuesta de acuerdo, la tercera en poco más de una semana tras las presentadas por el Gobierno el 15 de marzo y por los sindicatos el pasado martes 21. La propuesta parte de la necesidad de acometer un ajuste en la plantilla de los 6.150 estibadores para adecuarlas "a las necesidades de cada puerto" mediante medidas como prejubilaciones y bajas "sufragadas por el Estado. Una vez hecho el ajuste, fija que las empresa contraten estibadores ex nova o bien formar entre varias compañías Centros de Empleo Portuario que, en su caso, subrogarían trabajadores. Además, las empresas plantean una reestructuración de la forma de trabajo en los puertos, para flexibilizar horarios y reparto de tareas y reducir costes, advirtiendo además de bajadas de sueldo en caso de que esta medidas no se hagan. El director gerente de Anesco, Pedro García, se limitó a indicar que con su propuesta sólo buscan garantizarse "la dirección y organización efectiva de sus trabajos".

No lo ven así en los sindicatos, que creen que la patronal busca cambiar "prácticamente todo el convenio colectivo". Antolín Goya, dirigente de Coordinadora (principal sindicato de estibadores), dijo que el plan de Anesco "imposibilita el acuerdo" porque "choca frontalmente" con el objetivo del mantenimiento del empleo, y que el documento es resultado de la "ocasión de oro" que el Gobierno ha dado a las empresas al asegurar que no se garantiza por ley la subrogación de trabajadores.

Pese a todo, la parte social y empresarial acordaron reunirse la próxima semana, previsiblemente el martes.