El obispo diocesano, Rafael Zornoza Boy, ha trasladado a la alcaldesa, Patricia Cavada, su agradecimiento por la cesión a la Iglesia del azulejo del Sagrado Corazón que hasta el pasado mes de octubre -y desde junio de 1940- presidía la fachada del Ayuntamiento isleño. El retablo cerámico ha sido retirado durante las obras de rehabilitación del Consistorio que se están llevando a cabo con el propósito de recuperar su aspecto original. Aunque esta actuación se contempla desde hace años en la redacción del proyecto, no ha conseguido escapar de la polémica cuando se ha llevado finalmente a la práctica, desatando tanto manifestaciones a favor como en contra de su conservación en la fachada del principal edificio civil que existe en la localidad.

A raíz de la solicitud presentada en este sentido por el arcipreste de la ciudad, Gonzalo Nuñez, el Ayuntamiento -tras consultar el parecer de los grupos en una junta de portavoces, que se mostró de acuerdo- accedió meses atrás a ceder el azulejo a la Iglesia. La intención es que sea restaurado y vuelva a ser expuesto, aunque su futuro emplazamiento -probablemente en la iglesia de San Francisco- está todavía por concretarse.

Más allá de la polémica que reina al respecto -especialmente en las redes sociales- el obispo ha agradecido por carta a la alcaldesa los trámites que se han llevado a cabo en los últimos meses para asegurar la conservación de este retablo cerámico religioso e incluso ha manifestado su deseo de que su nueva ubicación "en un lugar de culto apropiado" ayude conservar el cariño y la devoción hacia esta advocación del Sagrado Corazón.