ola de frío | efectos de la primera nevada del invierno

Objetivo: tocar la nieve

  • La Sierra vuelve a la normalidad y recibe los primeros visitantes, que se espera que se dupliquen estos días

Palpar la nieve. Ese fue el objetivo ayer de decenas de personas, que se desplazaron hasta la Sierra para disfrutar de las imágenes que ha dejado la primera nevada de este año una vez que las carreteras se reabrieron al tráfico. Y ese será, también, el objetivo de la jornada de hoy y mañana, donde los pueblos que rodean al macizo de Grazalema esperan visitas masivas de forasteros ávidos de maravillarse de paisajes blancos si la nieve, claro, se mantiene.

La normalidad volvió a la comarca serrana tras vivir el jueves una copiosa nevada que dejó a los municipios de Grazalema y Villaluenga del Rosario prácticamente aislados, pero sin registrar ninguna incidencia de gravedad. El tráfico se restableció ayer en seis carreteras de la comarca, permaneciendo aún cerrada la vía que une Grazalema con Zahara de la Sierra, a través del puerto de las Palomas, por acumulación de nieve y placas de hielo.

Cinco carreteras se reabren al tráfico, pero aún no la vía del puerto de las Palomas

Así que la jornada estaba destinada para muchos al disfrute. Los más mañaneros, sabedores de que la primera vía abierta fue la de Villaluenga, se echaron a la carretera para vivir de lleno la imagen de pueblos realmente blancos. Y el día dio también para singulares estrenos. "Tengo 44 años y nunca he visto la nieve. Conozco Grazalema desde hace años pero no se ha dado nunca la casualidad", explicó Juan Carlos, un jerezano que cogió a la familia, los montó en el coche, dispuesto a romper este particular 'maleficio'. En el balcón de los Asomaderos, en Grazalema, se echaban fotos para inmortalizar este particular bautizo blanco. También Encarni, vecina de Lebrija, metió a sus niños en el coche pertrechados de capas de ropa hasta las cejas y volaron para la Sierra gaditana. "Nunca habíamos visto la nieve y había que aprovechar", confesaba. Otra paisana sevillana, Virginia, remataba: "No nos esperábamos tanta nieve y todo tan bonito".

Y es que los hubo muy tempraneros. El área recreativa del Cintillo (Benaocaz) fue la primera parada para muchos. De allí, el circuito invitaba a pasearse por Villaluenga del Rosario, donde sus habitantes recobraban la cotidianidad después de estar horas aislados. "Aquí andamos acostumbrados. Sólo hay que tener leña a mano y estar preparados", reflexionaban dos vecinos del pueblo, dando un tranquilo paseo por la Manga. Dicen que la nieve trae siempre una contraprestación. Y eso lo saben bien en las explotaciones ganaderas de la zona, donde se afanaban ayer operarios del Ayuntamiento en abrir camino para llegar a las fincas y poder alimentar a los animales. "Es doble trabajo. Al ganado hay que darle granos porque no pueden comer de la tierra. Hay que estar pendientes de los chivos y los borregos, que se quedan helados", decían.

Pero también cada copo de nieve reporta ganancias económicas a la zona. Por eso, los municipios se afanaban durante el día en prepararse para recibir a los cientos de personas que se trasladaron. Por ejemplo, en Villaluenga, el pueblo más pequeño de la provincia, los operarios trabajaban por habilitar zonas de aparcamientos. Durante la jornada no hubo incidencias en este municipio, únicamente la caída de un vecino por culpa del hielo en la calzada, que lo obligó a trasladarse hasta el hospital. Este Ayuntamiento ha pedido refuerzos a otros municipios para ampliar el número de agentes de la Policía local de cara a las visitas de este fin de semana.

Las primeras previsiones apuntan a que mucha gente se trasladará entre hoy y mañana a la Sierra para contemplar los efectos de la nevada que ha dejado esta ola de frío siberiano, que parece que remite. "Es incuestionable los beneficios que nos trae la nieve. La gente viene, pasa el día, compra y eso repercute en las ventas", reflexiona Rosana, una de las empresarias de Quesos la Abuela Agustina, una firma levantada por siete mujeres, que comercializa sus productos desde 1997, y que en ocasiones como ésta refuerza su plantilla.

Al igual que los alojamientos y bares que aplauden la llegada de la nieve como reclamo para aumentar las visitas. De hecho, las reservas hoteleras se animaron. Vicente y su mujer, otros dos jerezanos, fueron de los primeros huéspedes que se decantaron por elegir la Sierra para disfrutarla pintada de blanco. "No conocíamos la nieve. Estamos alojados en un hotel y aprovecharemos hasta el domingo. Ha sido un regalo de nuestros hijos", contaban casi emocionados.

Hay que recordar que las carreteras de la red provincial que tuvieron que ser cortadas el jueves a causa de las nevadas caídas en la Sierra de Cádiz van recuperando la normalidad y ya ayer pudieron abrir al tráfico cuatro de las cinco vías afectadas. Así, el intenso trabajo que han realizando las Brigadas de Peones Camineros de la Diputación de Cádiz, que han doblado jornadas, han permitido que vuelva la circulación a la CA-9123 de acceso a Grazalema por Gaidóvar; la CA-9107, conocida como la carretera de Lora, que comunica Alcalá del Valle con la autonómica A-384; la CA-9122 de Puerto del Monte y que comunica con Setenil; y la CA-9120 que enlaza Setenil y Torre Alháquime.

La diputada provincial responsable del Área de Desarrollo, Innovación y Cooperación Local, Encarnación Niño, estuvo supervisando el estado de las carreteras de la red provincial. Mostró su agradecimiento al personal de las brigadas por la celeridad y eficiencia con que han acondicionado las carreteras.

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