La localidad jandeña de Vejer vivió ayer en una misma mañana varios eventos que marcarán su historia local. Era una jornada laboral como otra, pero con un despertar que no se parecía al resto de mañanas, ya los integrantes de la Agrupación Musical Virgen de la Oliva se encargaron desde primera hora de hacer un pasacalle. A los sones de trompetas, cornetas, tambores y bombos, hacían sonar melodías de villancicos populares por los distintos barrios del entramado de calles vejeriegas.

Vecinos en las puertas de los bares, que tomaban el primer café de la mañana, y madres y niños asomados a ventanas y portales mostraban su alegría por esta jornada en la que se volvía a celebrar, como cada año bisiesto, el sorteo de las rentas de las 232 hazas de suerte que posee esta población y que se reparten a lo largo y ancho de su extenso término municipal.

La banda de música tenía como destino la calle Corredera, junto al Arco de Sancho IV, al lado de la que fue la antigua clínica de la población, que hoy es una calle peatonal con un lienzo de murallas que pertenecen a la Casa del Mayorazgo. Allí, sobre una pequeña terraza en la que se han colocado unas grandes cadenas delimitadoras y decorativas, junto a dos macetones llenos de flores, el alcalde, el popular José Ortiz, a los sones del himno nacional retiraba la tela de color negro que guardaba la escultura en bronce del vejeriego Juan Relinque, al que todos los vecinos de Vejer de antaño y actuales le deben que ayer se pudiese celebrar este genuino sorteo de las rentas de las hazas.

El autor de la escultura, Antonio Mota, es también el responsable del monumento a la cobijada. Ha esculpido la talla de una persona, de unos 50 años, que viste la ropa de su época, datada unos 500 años atrás. En una de sus manos aguanta el sombrero de jornalero. La otra refleja el ademán con que muestra al alcaide de Vejer la Provisión Real en forma de documento en el que él, satisfecho de haber conseguido esa provisión, le quiere indicar que tiene la protección jurídica del Rey para iniciar el pleito contra la Casa Ducal de Medina Sidonia. El duque pretendía hacerse con las tierras que los vejeriegos habían recibido de Sancho IV, en pago de la defensa del término municipal ante posibles conquistadores.

Juan Relinque tiene en Vejer una calle con su nombre. Una placa recuerda su hazaña junto al Arco de La Segur. Y ahora también lo homenajea un monumento. El Ayuntamiento ya trabaja para que una nueva plaza lleve el nombre de la esposa de Relinque, que hizo causa común con él en su lucha. El acto presidido por el alcalde contó con la presencia de dos ex alcaldes del municipio, Antonio Morillo y Ricardo Chamorro, que no dudaron en fotografiarse junto a la figura de este héroe local y el autor de la escultura, Antonio Mota.

Tras este reconocimiento, la comitiva se desplazó al teatro San Francisco, donde se cumplió el ritual de reclamar las hazas que con los años se han perdido. Y tras desprecintar ambos bombos, comenzaba el sorteo que se incluye en una reunión extraordinaria de la Junta de Hazas.

La primera haza sorteada fue para Manuel García Rodríguez, de 84 años de edad, quien emocionado saludó a los presentes desde la tercera fila de butacas en la que estaba sentado. Emocionado, y con lágrimas en los ojos, explicaba lo que para él significaba poder ser un agraciado con esta tradición.

La última decena de hazas se sorteó entre los diez vecinos de mayor edad de la localidad, para que pudieran disfrutar en vida este legado histórico.