Cádiz son más de cien kilómetros de costa, seis parques naturales y cientos de hectáreas de pinares y cañadas. Un patrimonio natural protegido que ha salvado a la provincia, parcialmente, de la dictadura del ladrillo que ha machacado gran parte del litoral español. Las limitaciones legales al desarrollo urbanístico han sido el mejor aliado de la sostenibilidad. La Agenda 21 Local, una especie de Protocolo de Kioto municipal, ha hecho el resto y hoy en día puede decirse que la provincia cuenta con una buena -sólo buena- red de parques y jardines urbanos, 26 de ellos incluidos en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz desde 2004.

Los ayuntamientos no se han escudado en las grandes áreas naturales y han previsto también nuevas zonas verdes en su planeamiento. Una comparativa entre la superficie reservada en 1999 y la actual desvela que la inmensa mayoría de las localidades de más de 20.000 habitantes ha reservado equipamientos verdes en los sectores de expansión. Entre éstas, destacan por su importancia y reciente apertura el Jardín Escénico de Jerez y el Parque del Centenario de Algeciras. El primero es un ejemplo de innovación y creatividad. Más allá del clásico paseo arbolado y tupido de bancos, el Jardín Escénico se ha diseñado en base a ocho escenas de paisaje y jardinería: empezó con el principal, el clásico y el de la música; continuó con el del agua, el forestal, el laberinto, el romántico y el vanguardista; y terminará con los más chic, el japonés y el mediterráneo. En total, 61.700 metros cuadrados repletos de detalles arquitectónicos y complementos en armonía con la vegetación existente. El segundo, el Parque del Centenario, abierto a finales de 2007, supone la recuperación y reforestación de un gran espacio transformado en mirador del Estrecho. Aún está en fase de desarrollo, pero desde su apertura, hace un año, ha cobrado importancia como pulmón de la localidad -que también cuenta con el de María Cristina, de carácter plenamente urbano-.

La apertura del Jardín Escénico, junto a la incorporación de La Laguna de Torrox, ha afianzado a Jerez como la localidad con más zonas verdes urbanas. Más de dos millones de metros cuadrados repartidos entre parques, jardines y plazas ajardinadas. Sin embargo, este liderazgo es previsible teniendo en cuenta que Jerez es el sexto municipio más extenso de España y pierde la primera posición en favor de Los Barrios si se considera el volumen de espacios por habitante (ratio). Los barreños tienen el honor de poder disfrutar de los paseos más largos entre caminos, matorrales o árboles sin salir del casco urbano. La media es de 20,5 metros cuadrados por vecino, el doble que los jerezanos, que disponen de 10,5. Gran parte de esta situación privilegiada se debe al joven Betty Molesworth, un parque distinguido por su cuidado césped, sus rincones bucólicos y también por ser el destino preferido de recién casados para retratar su primer día de nupcias.

Las siguientes localidades son San Roque y Chiclana, y aunque en los últimos años han puesto en servicio parques y jardines, ninguno de los dos consistorios despunta por innovar en sus propuestas y la única excepción que puede colarse entre las áreas más singulares de la provincia es el Parque Santa Ana de Chiclana, que debe su reconocimiento a la ermita que corona este cerro verde.

Algeciras ocupa una posición intermedia (6,9), gracias fundamentalmente al Parque del Centenario. Pero si hay dos localidades dignas de admiración por el esfuerzo realizado por mejorar la sostenibilidad de su casco urbano superando sus limitaciones geofísicas son Cádiz y San Fernando. En 1999, Cádiz disponía de 110.000 metros cuadrados de parques y jardines. En la actualidad reúne ya 275.000, más del doble que hace diez años... y con la misma superficie de término municipal. La capital ha arañado y puesto en valor la práctica totalidad de suelos existentes y aún tiene por delante nuevos desarrollos como el parque de Astilleros (postergado durante años) o el Paseo de Santa Bárbara que conferirán a la ciudad 350.000 metros cuadrados de áreas verdes.

La Isla, por su parte, cuenta con 140 zonas dotadas de gran vegetación arbórea: casi 1.700 naranjos o más de 1.500 palmeras. El Parque del Barrero, levantado sobre una antigua cantera, ha sido la última apuesta, impulsada con la organización de recreaciones con motivo del Bicentenario de la Constitución. Pero el parque preferido, sin duda, por los isleños es el del Oeste, un recinto alargado y que, pese a ser colindante con la autovía, ha logrado un grado de comodidad y esparcimiento reconocido por vecinos de todas las edades.

Un reconocimiento del que también goza el Jardín Andalusí de Arcos, aunque en este caso no sólo de los habitantes de la villa, sino también de turistas, que encuentran en este pequeño rincón diseñado con mimo y fiel a los cánones de la cultura árabe un lugar perfecto de armonía y remanso.

El resto de municipios camina también en esta senda, marcada y fiscalizada por la Agenda 21 Local, en la que no sólo se promueve la apertura de instalaciones sino también el mantenimiento y dotación de los equipamientos existentes. El Puerto es una de las localidades más necesitadas y ahora afanadas en la renovación y adaptación de parques como el centenario Calderón, Europa o el Paseo de la Victoria. Sanlúcar, con sus jardines Palacio Municipal, o Puerto Real, con el Parque del Porvenir, como principales parajes urbanos tienen, en cambio, una dependencia alta de sus áreas periurbanas (Las Piletas o Las Canteras), por lo que su red espacios urbanos es menor tanto en número como en extensión.