Patricia ariza. actriz y dramaturga

"El secreto del verdadero éxito en la escena teatral es crear y creer"

  • La artista colombiana, fundadora de Teatro de la Candelaria, recibe hoy, a la una de la tarde, el Homenaje del FIT en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz

Patricia Ariza habla paladeando las palabras. Si utiliza un verbo, si escoge un adjetivo, no es al azar. Se nota. Patricia escucha, reflexiona y contesta. Con un ritmo fuera del espacio y del tiempo. Con tino. Con la misma seguridad con la que ha capitaneado durante más de cuarenta años el colombiano e independiente Teatro de la Candelaria. Con igual entereza con la que dirige la Corporación Colombiana de Teatro. Patricia Ariza, actriz y dramaturga, adalid de la lucha a favor de los Derechos Humanos, recibe hoy el Homenaje del FIT. Lo recibe con orgullo y responsabilidad.

–¿Cómo se siente?

–Este homenaje es un estímulo muy grande para seguir trabajando pero siempre, cuando te dan un regalo así, también es una responsabilidad. Con todo, estoy muy contenta porque este premio viene de Cádiz, una ciudad a la que he venido muchas veces con Teatro de la Candelaria y porque es una región que históricamente siempre ha estado muy unida a Iberoamérica, una relación conflictiva pero importante. Y, también, porque el homenaje viene del FIT, un festival al que también me siento muy unida.

–¿Cuesta trabajo seguir haciendo teatro independiente durante tanto tiempo?

–Cuesta mucho. Es muy difícil, pero las gratificaciones son mayores que el costo. Por ejemplo, tenemos nuestra propia sala donde representamos lo que queremos, al igual que en la Corporación Colombiana de Teatro donde  tenemos la sala Seki Sano que también es independiente. Pero sí, es difícil económicamente, políticamente. Además en Colombia... Pero la satisfacción más grande es tener un gran repertorio con obras originales y, la joya de la corona, que es tener un público fiel, que va siempre.

–Y la esencia con la que se creó la compañía, ¿sigue inalterable?

–La esencia de crear obras originales permanece intacta. La esencia de cambiar la sociedad permanece intacta. La esencia de sacudir al público permanece intacta. Pero hay cosas que han cambiado, claro, en la metodología, en la manera de trabajar... Pero también la sociedad ha cambiado. Pero, en síntesis, mantenemos la misma esencia y la misma ilusión.

–¿Cuál es el secreto?

–El secreto es crear y creer. Me parece que ahí reside el verdadero éxito en la escena teatral porque tú puedes crear algo pero si no crees en ello no conseguirás movilizar a la gente.

–¿Queda mucho que decir, que reivindicar, en la escena teatral?

–Quedan muchas cosas. Además, en nuestro país (Colombia) es necesario. Y, además, existe. Existe un movimiento teatral y cultural muy desarrollado y que está en contacto con el movimiento social. En mi país lo que más necesitamos es la democracia, porque se ha ido cerrando y ya es asfixiante. Es imposible para mucha gente, para los sindicalistas, para los jóvenes de las comunas de la periferia, para los que viven en el campo... No hay democracia.

–¿Qué le debe el teatro a la libertad?

–Todo, el teatro es una expresión de la libertad, no la única, pero sí importante. El nivel de libertad de cualquier país se puede medir, entre otras cosas, por la libertad de sus artistas.

–Hablando de libertad, Álvaro Uribe ha sido reconocido en esta ciudad con el Premio Libertad Cortes de Cádiz, ¿qué opina?

–No puedo opinar sobre los asuntos internos de Cádiz, pero sí de Uribe. Es un presidente autoritario que ha cobijado la impunidad y yo, como activista a favor de los Derechos Humanos, espero  que algún día se haga justicia. Creo, además, que el papel de los medios de comunicación de mi país es nefasto porque existe una connivencia entre ellos y el poder, y pienso que la imagen que se da fuera no es la que es. Lo único que espero es que los medios de comunicación internacionales puedan informar de lo que pasa realmente en Colombia.

–¿Cómo llevó las acusaciones que se vertían sobre usted en el expediente de inteligencia de la policía de su país?

–Aquello fue un montaje infame por parte del gobierno. Pero no sólo hacia mí, porque no me quiero erigir en mártir, también hacia mucha otra gente como los dirigentes sindicalistas y los jóvenes de los que te hablaba antes. Muchos de ellos fueron señalados como “falsos positivos” que es un eufemismo terrible. Eran jóvenes de barrios periféricos de Soacha (Bogotá) que fueron asesinados impunemente. Había un chico con síndrome de down que ellos dijeron que era un comandante de la guerrilla. Pero, bueno, lo más importante es que también existe una resistencia cultural y de organismos no gubernamentales muy grande. Festivales como el de poesía de Medellín o los cuatro de Bogotá y un movimiento teatral reivindicativo con autores como William Ospina que fue propuesto como candidato al Nobel de la Paz.

–Y al final se lo llevó Obama...

–Sí, le han dado un premio para el futuro, para animarlo a hacer algo.

–Pues sí, EE. UU. también es un país con muchos recortes de libertad

–Desde luego. Aprovecho para decir que en estos momentos siento un terrible dolor porque nuestro territorio, tan diverso cultural y naturalmente, vaya a ser espacio de siete bases norteamericanas.

–¿Vais a hacer algo?

–Sí ya nos estamos organizando y nos hemos puesto en contacto con artistas e intelectuales de Estados Unidos.

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