Izquierda Unida, a través de su concejal Julio Acale, ha alertado del estado de abandono que sufre el antiguo bosque de Bahía Blanca, donde está previsto construir un complejo residencial y hotelero. Varias de las parcelas incluidas en el proyecto de urbanización se encuentran, según Acale, en un "lamentable estado", que debido a los restos de obras que hay en la zona podrían suponer un riesgo de incendios. Del mismo modo, apunta que "la valla perimetral que protegía la parcela donde se encuentra el yacimiento arqueológico se encuentra tirada".

La imagen de abandono que presenta esta zona de la Costa Oeste, entre el Manantial y la casa de ejercicios de los jesuitas, se debe a que la urbanización prevista quedó paralizada en noviembre del año pasado por orden de la Administración autonómica. De hecho, la Consejería de Medio Ambiente denunció ante la Fiscalía a los promotores de las obras de urbanización, por no obedecer una orden de paralización dictada tras comprobarse la grave degradación del hábitat del camaleón que se había llevado a cabo semanas antes con la tala de la mayor parte de este bosque litoral. Igualmente, por aquellas fechas, la Consejería de Cultura abrió un expediente por los hallazgos arqueológicos encontrados en la zona.

Por ello, Izquierda Unida ha remitido un escrito a las delegaciones provinciales de Medio Ambiente y Cultura solicitando que se les informe sobre el estado actual de los expedientes abiertos y de las actuaciones que se hayan llevado a cabo.

Acale considera que esta situación "no beneficia a nadie, ni siquiera a los promotores, que ven cómo se encuentran paralizadas las obras". No en vano, uno de los propietarios de las parcelas en cuestión, Ramón Marrero, ha confirmado que hasta que no se levante la orden de paralización de la Junta no se podrá llevar a cabo ningún tipo de actividad en la zona, como puede ser la prospección arqueológica que debe realizar en la zona donde iría el hotel.