Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

El rincón del colorete

Jurado

SER jurado tiene que ser difícil, muy difícil. Primero te tienes que plantear, una vez que te lo proponen, si realmente estás capacitado y cualificado para serlo, ya que no creo que nadie sea jurado por el simple hecho de sentirse importante por unos días, no hombre no, por favor. El futurible jurado realizará un acto de responsabilidad consigo mismo y con la gente del carnaval, y evaluará si realmente puede o no puede estar juzgando el trabajo sacrificado, esmerado y cada vez más preparado de tanta y tanta gente… porque queremos mucho esto como para traicionarlo vilmente, ¿verdad?

Para los que pasan esa primera fase, que suelen ser… todos, porque en Cádiz hay mucha gente 'entendida' en la materia, les llega el segundo paso, el de la justicia, es sencillo, todos nos conocemos en Cádiz, y casi siempre los futuribles miembros del jurado tienen alguna relación pasada con agrupaciones puntuales o componentes. La pregunta que retumba en la conciencia de estos es: "¿seré capaz de juzgar sin dejarme llevar por la simpatía, el cariño, los prejuicios, el interés, etc.? no, pero me da igual". Como veis vuelven a pasar todos, ¡qué ojo ha tenido el presidente del jurado para elegir a los futuribles, ha acertado de pleno!, ¡y qué ojo han tenido también los del patronato para elegir al presidente del jurado!, ¡qué buenos somos!

Los futuribles ya son miembros de pleno derecho del palco del jurado, y les llega su tercer examen: puntuar. Esto es para mí donde demuestran que están preparados para tanta responsabilidad, donde realmente demuestran su capacidad de análisis. Canta una comparsa un pasodoble, miran el papel y… ¡tachan! ¡Siete!, 7, ¡increíble!, en menos de cinco segundos el pasodoble vale; siete, 7, pero no seis o cinco, vale: siete. No contentos con tal despliegue de talento, en el segundo pasodoble la gente arranca en aplausos desde el trío, y es que a veces a la gente le gusta mucho una letra, qué vamos a hacerle, y el jurado nuevamente en menos de cinco segundos… ¡tachan! ¡Nueve!, ¡nuevamente increíble!, da igual que no se haya podido escuchar el pasodoble con los aplausos y vítores, ellos saben que vale: 9.

Cómo se puede evaluar una letra, una música, una afinación, una interpretación… en menos de cinco segundos; qué gente más extraordinaria, de verdad, y yo que me llevo horas para hacer una letra, unos pocos de días en hacer una música de pasodoble, y después para meterla afinada nos podemos llevar semanas… y estos privilegiados de la naturaleza en menos de cinco segundos…

A nadie le choca esto un poquito, nadie cree que esto hay que cambiarlo, nadie se ha parado a pensar que esto invita a hacer lo que te dé la gana… seré yo, que como me he quedado fuera… SALUD.

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