carnestolendas

Due migliaia dodici

NO sé si pasará a la final, pero de lo que no me cabe duda es de que cuando los retratos de Kiki, en unos lustros, desempolven más carnavales el de 2012 será recordado principalmente por el toque, canaglia en este caso, con el que Juan Carlos adobó su comparsa.

A falta de Martínez Ares, Canal Sur ha decidido, emulando al insigne fotógrafo carnavalero, completar el minutaje con esas añejas coplas que rejuvenecen la memoria del aficionado más avezado y alimentan el voraz poso del neófito. Recordar, por ejemplo, 'Encajebolillos' sirve para colegir cómo se ha renovado Antonio Martín pese a que siga hablándole a Cádiz al oído, pero a voces, como nadie. Sin perder su esencia ni la brisa de su música. El carnaval es un acto social, creado y desarrollado por personas, y no se entendería sin su evolución. Innovar es el futuro de la Fiesta. Si el ingenio de Paco Alba fue incomprendido al pronto, es una evidencia que el riesgo está al alcance de pocos. Porque lo nuevo será mirado de reojo por el purista, porque lo original no siempre es sinónimo de bello y porque la genialidad es extraordinaria, indetectable en su germen.

Si alguien me dice que la pasta de Aragón no ha salido al dente puedo entrar a discutirlo, porque igual le ha dado un puntito más de cocción; si me compara 'La serenissima' con 'Los parias' o 'Las noches de Bohemia' no hay debate, porque sus gustos serían los míos, pero si rechaza por italiana la comparsa que hoy monopolizará todas las charlas del Falla puede subir al ambigú antes de oír el "arrivederci, adiós" que quizá no se hallen allí aún ni los camareros. Negar que este año la modalidad ha crecido gracias a uno de los suyos, más allá de que te guste o no te guste la obra, es ser un escaso de razón, vulgo imbécil. Y eso que no me atrevo a saludar en mi guasa como mi amigo Fede Quintero: "En abril todos dirán: es la mejor comparsa". La primavera hablará cuando ciudadanos y duendes hayan acabado el cuento.

En un mundo de mediocres y pelotas, hay que sonsacar, entre lo nuevo, lo que vale. Y hablo también de cómo Lolo Seda y Kike Remolino revitalizan el pasodoble mixto o de cómo la chirigota de José Miguel Choza ha remozado los ladrillos coloraos con un cuplé a dos bandas rematado de forma certera en el punto de penalti. "Pó como te iba diciendo…", que el coro también ha renacido gracias a la risa del Morera y al adorno musical capaz incluso de quitarle canas al bigote de Julio Pardo y que no monopolizará la final porque Faly Pastrana, posiblemente, lo evitará. Incluso el cuarteto, menos en Badajoz, amenaza con disparar el ÍBEX 35. Y si alguno piensa que tan veneciana defensa es por darle coba a un compañero de página que ni me leerá, le diré que apenas saludé a dos autores de coplas y que, por contra, mientras más me gusta la chirigota del otro vecino, el Canijo, más extravagante y desabrido me parece su tipo por original que sea. Aunque si el tipo puntuara sólo en Preliminares… Claro que el obsoleto e injusto sistema de puntuación quizá sea objeto de análisis otro día.

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