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marítimas | La gabarra accidentada en Benalmádena quedó anoche atracada en la bahía

El gigante duerme en La Cabezuela

  • El cajonero 'Agronauta' quedó anoche atracado en el muelle de Puerto Real, tras 30 horas de trayecto desde Benalmádena

  • Hoy la remolcarán hasta Navantia, donde será reparada

La 'Agronauta' ya está en La Cabezuela.

La plataforma Agronauta llegó a su destino 10 días después de lo previsto. El pasado 28 de abril, la gabarra, propiedad de Ferrovial, quedó varada cerca de Benalmádena, entre Torrequebrada y playa Hondo.

El remolcador portugués MontedaLuz, que transportaba la gabarra y que había zarpado de Cartagena y su destino era Cádiz, alertó a media mañana que necesitaba ayuda. El fuerte viento de levante y las olas que superaban los tres metros de altura provocó la rotura del cable que unía la gabarra del remolcador, quedando ésta a la deriva. Se intentó utilizar los trenes de emergencia pero no hubo manera y se hizo inevitable que la superestructura de 43 metros de eslora, 32 de manga y dos metros de calado, utilizada para fabricar bloques de cemento para obras en la mar, quedara encallada en una playa nudista de Benalmádena.

Por fortuna, la gabarra no tiene tripulación alguna y prácticamente no cuenta con combustible, sólo el necesario para su propio consumo, que no superaba los 150 litros.

A partir de ahí, las autoridades malagueñas tuvieron que esperan a que el viento amainara para que fuera posible el reflotamiento de la superestructura para reconducirla a su destino inicial: Cádiz.

Ayer tocó puerto después de un día intenso en el que hubo que cambiar los planes iniciales a causa del retraso con el que la gabarra llegó a Cádiz. Este retraso y la exigencia por parte del capitán del AlpWinger(Rotterdam), el remolcador que la arrastró desde Málaga, que quería ocho metros y medio de calado para poder garantizar un correcto desenlace.

Este calado no es difícil de conseguir en Cádiz pero la pleamar se pasaba y a medida que transcurrían las horas, esos 8,5 metros eran más difíciles de garantizar. Tanto fue así que inicialmente se planteó posponer el atraque de la Agronauta en Navantia 24 horas más, al verse forzados a esperar a la siguiente pleamar.

Tras esta decisión, la plataforma quedó fondeada a una distancia prudencial, frente a la playa de La Caleta.

Pero lejos de renunciar a llevar a cabo la operación, a primera hora de la tarde se reunieron sus protagonistas con el capitán marítimo del puerto de Cádiz, Pedro de Frutos. Éste tomó la decisión de utilizar el muelle de La Cabezuela, con un calado más que suficiente para cubrir las exigencias del capitán del remolcador holandés, para dar cobijo a la superestructura al menos hasta hoy, para, desde allí, ya con ayuda de los remolcadores gaditanos de Vicente Boluda, llevarlo hasta Navantia Cádiz.

Y así fue, los responsables de la Corporación de Prácticos del puerto de Cádiz vieron bien la propuesta de De Frutos . Dejar el cajonero fondeado suponía un riesgo evitable, por lo que tocaba reorganizar la operación.

A media tarde, el plan estaba trazado y todo organizado: prácticos, remolcadores, amarradores y policías portuarios lo tenían todo perfectamente planeado para que, en torno a las diez de la noche, la gabarra estuviera ya amarrada a La Cabezuela. Y así fue. Para ellos esto era ya coser y cantar. De hecho el puerto de Cádiz cobija desde hace meses tres cuatro cajoneros, tres de ellos ubicados en la futura terminal de contenedores y otra en El Puerto de Santa María, por lo que manipular este tipo de estructuras es para ellos fácil.

Pero esta operación venía acompañada de un alto porcentaje de espectáculo, ya que durante su estancia en la playa de Benalmádena, las redes sociales la convirtieron en lugar de peregrinaje para turistas y curiosos del lugar. En un par de días su presencia se convirtió en un improvisado reclamo turístico para cientos de personas. Tanto fue así que llegó a circular por las redes la foto de un hombre que, subido a la plataforma, se hizo un selfie que posteriormente colgó en internet.

Toda esta situación y el accidente que pudo haber tenido peores consecuencias de las que tuvo provocó que la Agronauta llegara ayer a Cádiz rodeada de un gran atractivo mediático. De hecho, muchos gaditanos que sabían de qué iba la historia no dudaron en hacerle fotos a la plataforma en su camino hasta La Cabezuela.

Este periódico tuvo la oportunidad (tal y como muestra el vídeo colgado anoche en www.diariodecadiz.es) de ser testigo de la operación de remolque del cajonero hasta su atraque definitivo entre los bolardos 13 y 18 de la dársena puertorrealeña.

Allí, el capitán del remolcador de altura holandés respiraba algo más tranquilo con la asistencia del equipo portuario gaditano.

Fueron Rafael Ponce y Carlos Valle los prácticos sobre los que recayó la tarea de dirigir la operación. Uno de ellos, Ponce, subido a bordo de la Agronauta, y el otro, Valle, a bordo del remolcador que vino desde Benalmádena junto al cajonero.

A su lado, el patrón Manuel del Pozo y el mecánico de los prácticos Juan José Sánchez cumplieron con su parte de la operación. Tres remolcadores de Boluda, el Cádiz, el Jerez y el Rota, aportaron el empuje suficiente para lograr que finalmente los amarradores y operadores de Sertrain hicieron los suyo, siempre protegidos por la Policía Portuaria.

Sobre las diez de la noche, Rafael Ponce se retiraba a la caseta de prácticos, dando por finalizada la operación. Un par de horas después, el remolcador de la empresa Smit Savage dejaba ya a buen recaudo a la Agronauta.

Los planes iniciales de la administración marítima eran que esta mañana, la Agronauta fuera reconducida hasta Navantia para, antes de pasar al dique seco, ser inspeccionada por un equipo de buzos para cuantificar los daños que la superestructura pudiera tener por su parte sumergida tras el encallamiento sufrido sobre roca, pero lo peor ha pasado, ahora toca su manita de chapa y pintura y, en breve, a seguir funcionando.

La plataforma llegó a estar en venta en Wallapop

En Chiclana se vivió algo similar en diciembre de 2008 pero en aquel entonces ningún gaditano hizo lo que hizo estos días un vecino de Málaga: difundió por las redes que la Agronauta, la gabarra que a finales de abril quedaba varada en Benalmádena, estaba a la venta en Wallapop. Según este vecino, la famosa aplicación dedicada a la compraventa de artículos de segunda mano a través de Internet, llegó a tener a la venta la gabarra Agronauta al precio de 9.000 euros. En el texto que aparecía en Wallapop, se trata de una estructura "multiusos e ideal para buscar tesoros o para hacer fiestas en aguas internacionales donde no hay control de juego". En el texto, este singular vecino Málaga advertía de todas maneras que el que comprara la gabarra tenía que contar con un remolcador lo suficientemente fuerte para su desplazamiento y para poderse llevar a casa... o a donde fuera esta simpar compra adquirida a través de la red.

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