Cada ciclo que va entre febrero y febrero siempre sirve de reflexión sobre cómo ha sido el Concurso del Gran Teatro Falla, cuáles han sido sus defectos y cómo se puede mejorar. Con una estructura ya más que asentada, siempre se parte de la premisa de que cada prueba puede ser bien acogida o no. Así llevamos años y si algo no sale bien, al año siguiente se cambia, o por lo menos se intenta mejorar.

Según la edición, los cambios son más o menos profundos. Con el cambio de equipo de Gobierno, llevamos dos años de cierta convulsión en la estructura del Patronato del Carnaval, con especial reflejo en la Junta del COAC. La aparición antes del pasado certamen de un grupo importante de autores descontentos con la labor de este órgano ha provocado la creación de los nuevos colectivos de comparsas, chirigotas y cuartetos, y su entrada en la entidad organizadora, a la espera de que su aprobación sea definitiva una vez que se cierre el periodo de alegaciones a los nuevos estatutos.

Desde que se aprobó la nueva normativa que regula el funcionamiento del Patronato, la palabra que se ha repetido en cada información que ha salido desde San Juan de Dios sobre las reuniones de la Junta del COAC ha sido la de consenso entre todos los colectivos que la forman, tanto los antiguos -Autores, CAI y Ascoga con derecho a voto y Antifaces de Oro sólo con voz- como los nuevos -comparsas, chirigotas y cuartetos, todos ellos sólo con voz hasta que los nuevos estatutos no reciban el visto bueno definitivo-.

¿Existe realmente ese consenso dentro del Patronato? Actualmente, y hasta que no entren en vigor los nuevos estatutos, el equipo de Gobierno cuenta con dos votos en manos de María Romay y Adrián Martínez de Pinillos, mientras que los de los colectivos corren a cargo de Autores, CAI y Ascoga. Es decir, con que haya un solo colectivo que apoye una propuesta municipal, ésta saldrá adelante. Esto cambiará cuando empiece a funcionar el nuevo reglamento, ya que CAI dejará de tener voto al unirse a Autores, algo que sí tendrán comparsas, chirigotas y cuartetos.

Ante esto, las manos alzadas de Romay y Martínez de Pinillos sí están siendo relevantes para la aprobación de determinadas cuestiones para el próximo Concurso, algo que ya sucedió en el anterior certamen con asuntos como la final de cuatro, aspecto en el que las posturas estaban encontradas. Con el anterior equipo de Gobierno esto no se llegaba a producir, ya que, a pesar de que los estatutos contemplan la distribución en las votaciones, éstas no se llegaban a producir al llegarse a un acuerdo entre las partes.

En una buena parte de las cuestiones abordadas en la Junta del COAC sí ha habido unanimidad, pero en otras como la designación del presidente del jurado por parte del equipo de Gobierno no ha existido el consenso y ha salido adelante gracias a los votos de los dos concejales de Por Cádiz sí se puede y de Ascoga.

"Cuando salió lo del presidente del jurado, eso no se consensuó. Salió por mayoría", explica el presidente de CAI, Eugenio Mariscal, que ha estado en la Junta del COAC en varias etapas. En comparación con la anterior manera de trabajar, señala que "se está votando todo", a diferencia de la fórmula que utilizaban, ya que "se sentaban las cuatro entidades -Autores, CAI, Ascoga y Antifaces-, valoraban, tomaban una postura y se llevaba a la Junta", mientras que en la actualidad "han dejado aparte al colectivo de Autores".

El presidente de Ascoga, Antonio Procopio, apunta que "de los cuatro años que llevo en el Patronato, a votación se somete siempre. Lo que pasa es que hay acuerdo por unanimidad casi siempre". Una unión que, recuerda, se rompió hace un año con la final de cuatro. "La asamblea de Ascoga tomó una postura determinada que no coincidía con el resto de colectivos, pero sí con el equipo de Gobierno", resaltó Procopio. Esta situación es parecida a la de la elección del presidente del jurado, ya que "había dos opciones puestas encima de la mesa y se votaron".

"Eso es un embuste gordo", contesta el presidente de Antifaces de Oro, Joaquín Quiñones, a la pregunta de si existe el consenso en el Patronato. El autor, que ha estado en la Junta del COAC con los dos gobiernos, añade que "el consenso se utiliza cuando no hay voto, como hacían conmigo en el anterior Patronato, que nunca se votó. Había consenso y Antifaces tenía el mismo peso".

El exconcejal de Fiestas, Vicente Sánchez, afirma de su etapa que "jamás tuve que recurrir a ninguna votación y mira que se trataron temas complejos, ya que se cambió la configuración del Concurso o un tema más espinoso como el de acabar con la reventa. Yo nunca tuve que votar. Antifaces de Oro nunca reclamó el derecho a voto porque no lo necesitaba".

Este medio ha solicitado su versión al equipo de Gobierno, sin haber obtenido respuesta.