Sociedad

La población española bajó en España en 2014 por tercer año consecutivo

  • 78.785 españoles abandonaron el año pasado el país, en el que viven 46.439.864 habitantes, un 0,16% menos. La población andaluza creció en 12.692 personas, hasta los 8,4 millones.

Un total de 78.785 españoles abandonaron España a lo largo de 2014, año en el que la población española se redujo en 72.335 personas, lo que supuso la tercera caída poblacional consecutiva y que el total de habitantes se situase en casi 46,44 millones. Así, la población residente en España se sitúa, a 1 de enero de 2015, en 46.439.864 habitantes, es decir un 0,16% y 72.335 personas menos que a comienzos de 2014, lo que refleja una moderación en el descenso poblacional iniciado en 2013, primer año en el que se registró una caída desde que existen datos anuales (1971). El descenso de habitantes es consecuencia de un saldo migratorio negativo de 102.309 personas, es decir, la diferencia entre las 409.343 que optaron por abandonar España (de las que casi el 20% son españoles) y las 307.035 que llegaron, y de un saldo vegetativo (426.042 nacimientos menos 396.068 defunciones) positivo de 29.974 personas. Según estas cifras, entre 2014 y 2013, la inmigración aumentó el 9,4% frente al descenso del 23,1% registrado por la emigración.

Estos son los principales datos de la Estadística de Migraciones correspondiente a 2014 y de la de Cifras de Población a 1 de enero de 2015, difundidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que destaca la moderación en la caída de la población (0,16% frente al 0,46% de un año antes). Incide también en que el principal descenso de la población se produjo en los grupos de entre 20 a 39 años (440.957 personas menos) y entre los menores de 5 años (64.474 menos), junto con el de 75 a 79 años, por la llegada a esas edades de generaciones más reducidas nacidas durante la Guerra Civil.

Pese a que en 2014 la población residente en España descendió en 72.335 personas, la de nacionalidad española creció en 156.872 debido, sobre todo, a las 205.870 personas que adquirieron la nacionalidad española. Por el contrario, la población extranjera se redujo en 229.207 (4,9%), hasta las 4.447.852 personas, consecuencia del efecto combinado de la emigración y de la adquisición de nacionalidad española. Ecuatorianos (39.711 menos), marroquíes (31.678) y colombianos (27.703) fueron, en términos absolutos, quienes abandonaron España en mayor número. Del total de ciudadanos llegados del extranjero, 41.278 (el 13,4 % del total) tenía nacionalidad española mientras que el resto, 265.757, eran extranjeros.

En cuanto a la emigración, de las 409.343 personas que abandonaron España, 78.785 (un 19,2%) eran españolas y, de estas, 50.249 habían nacido en España. El resto de los emigrantes (330.559) eran extranjeros. El saldo migratorio de los españoles con el exterior fue, en 2014, negativo en 37.507 debido a que la llegada de españoles desde el extranjero aumentó un 27,3% mientras que los que se fueron a otros países crecieron un 7,4%.

Reino Unido, Francia, Ecuador y Alemania fueron los principales países elegidos para establecerse por los españoles que optaron por abandonar España. En este caso, el INE explica que en el caso de Ecuador se trata de población no nacida en España o de niños menores de 15 años, lo que indicaría una migración de retorno de ecuatorianos de origen que han adquirido la nacionalidad española junto con sus hijos nacidos en España. El pasado año 41.278 personas con nacionalidad española optaron por regresar a España, de ellos 21.640 nacieron fuera de España, y procedían, principalmente, de Venezuela, Francia y Cuba. En el caso de los extranjeros el saldo migratorio fue negativo en 64.802 personas consecuencia de aumento en un 7% de los que llegaron y de una caída del 28% de los que regresaron a sus países de origen.

Entre las quince nacionalidades con mayor flujo migratorio, el INE destaca Rusia y Venezuela como países desde los que llegaron más ciudadanos que los que optaron por regresar. En el extremo opuesto se sitúan Reino Unido, Portugal y Pakistán, con los mayores saldos negativos. Las principales nacionalidades de los extranjeros que llegaron a España en 2014 fueron la rumana (con 29.968 llegadas a España), la marroquí (20.163) y la italiana (14.955). Y entre los extranjeros que se marcharon predominaron los rumanos (57.373) y marroquíes (32.478) que son, además, las nacionalidades mayoritarias entre la población extranjera residente.

La población andaluza creció en 12.692 personas y alcanza 8,4 millones

La población andaluza aumentó en 12.692 personas durante el pasado año y alcanzó los 8,4 millones debido al saldo vegetativo positivo, es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones, que fue de 15.600 personas. La población andaluza registrada a 1 de enero de 2015 es de 8.401.567 personas, mientras que en el mismo día de 2014 era de 8.388.875 personas, lo que supone un 0,15 por ciento más. El saldo de migración exterior en Andalucía fue positivo, con 2.465 personas, mientras que el de migración interior fue negativo, con 5.379 personas.

A nivel nacional, doce comunidades autónomas perdieron población en 2014, un descenso generalizado que afectó de forma más significativa a Asturias y a las dos Castillas, en tanto que las islas Baleares y Canarias ganaron de nuevo habitantes y Andalucía volvió a valores positivos.

De acuerdo con esos datos, Asturias perdió más de 9.000 habitantes, un 0,9% de su población, en buena medida por el decrecimiento vegetativo (hubo 6.000 defunciones más que fallecimientos). Un fenómeno parecido al experimentado en Castilla y León, donde hay 17.000 habitantes menos que un año antes, aunque en este caso al saldo vegetativo se le añade el problema migratorio, con un saldo negativo de 7.000 vecinos, la mayor parte hacia otras comunidades. Ese problema es aún mayor en Castilla-La Mancha, que perdió por migraciones 12.000 personas, sobre todo por traslados a otras autonomías españolas.

Baleares (0,8%) y Canarias (0,7%), por contra, lideraron el aumento de población en 2014. Esas comunidades fueron las únicas que crecieron en habitantes en 2013, pero este año se han sumado Andalucía, Murcia y Navarra, además de las ciudades autónomas. En las islas el incremento poblacional responde tanto al saldo vegetativo como al migratorio, pues ambas reciben más ciudadanos de los que pierden. El saldo migratorio de Canarias con el exterior es casi de 9.500 personas y el de Baleares con el resto de España de 3.500.

Los españoles se van al exterior sobre todo desde la Comunidad de Madrid y Cataluña, pues ambas tienen un saldo migratorio negativo con el exterior superior a las 37.000 personas, en tanto que la Comunidad Valenciana lo tiene de 18.000. Sin embargo, Madrid compensa esa pérdida con el fuerte incremento de la inmigración interior, pues su saldo favorable con otras autonomías es de 15.000 personas. Las únicas autonomías con saldo migratorio positivo con el exterior son Canarias, Baleares, Andalucía y Galicia, mientras que en las migraciones interiores ganan población Madrid, Baleares, País Vasco, Cataluña, Canarias, Navarra, Murcia y La Rioja.

Debido a todos esos factores, Andalucía sigue siendo la autonomía más poblada, con 8,4 millones de personas y aumenta su distancia respecto a Cataluña, que pierde 25.000 habitantes para un total de 7,4 millones, y con la Comunidad de Madrid, que apenas tiene mil vecinos menos que un año antes para un total de casi 6,4 millones.

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