El Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid ha solicitado a la Policía que le remita toda la documentación del caso de la menor con discapacidad que se arrojo desde un sexto piso tras recibir mensajes amenazantes de alumnos del Instituto de Educación Secundaria Ciudad de Jaén de Usera, informaron fuentes jurídicas.

El magistrado está investigando posibles responsabilidades de adultos en el caso dentro de las pesquisas judiciales abiertas. De forma paralela, la Fiscalía del Menor lleva lo relativo a la investigación que implica a menores como el del chico presuntamente autor de los mensajes amenazantes.

Fuentes jurídicas señalaron que el chico fue detenido un día después y puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, tras lo que quedó en libertad y fue trasladado de centro educativo.

El lunes, los padres de la niña comparecieron ante el juez instructor en una audiencia en la que se les propuso ejercer acciones legales. Los padres habían denunciado hace un mes que su hija, de 16 años y con una discapacidad, sufría acoso escolar.

El director del centro, Luis Carlos Pérez, que el lunes fue apartado por la Consejería de Educación, aseguró en un comunicado que el centro tiene "la conciencia tranquila, pues se "volcó" con la menor e intentó resolver todos los problemas que se detectaron.

Por su parte, la Asociación de Directores de IES de la Comunidad de Madrid (Adimad) cree que el centro donde estudiaba la menor carece de los recursos humanos necesarios para afrontar las necesidades del alumnado por "los brutales recortes sufridos por la educación madrileña".

En una nota remitida ayer, ante el suicidio de la niña tras la "prolongada y terrible" situación de acoso escolar y la apertura de un expediente disciplinario a Pérez, la Adimad expresó su solidaridad con el director de ese instituto, que tiene unos 1.200 alumnos y más de 60 con "necesidades educativas especiales".

Los directores de institutos exigen a la Consejería de Educación que reconsidere su "inaceptable decisión" de expedientar y suspender cautelarmente al director del centro Ciudad de Jaén, pues consideran que se trata de "la búsqueda de un chivo expiatorio para intentar confundir a la opinión pública y ocultar la evidencia del terrible efecto de varios años de recortes en la educación madrileña". A su entender, "todo indica que el centro cumplió escrupulosamente el protocolo establecido para estos casos".

"Compartimos con el director sus objetivos tras este trágico suceso: proteger a los alumnos y ayudarles a superar su dolor, evitar cualquier sentimiento de rencor por lo sucedido que enturbie la convivencia en el centro y en el barrio", afirmaba el comunicado.