Los técnicos que realizaron un primer examen del ferry Sorrento, incendiado el martes a 18 millas de Mallorca, no ven "actualmente" probabilidad de que el barco se hunda, ni que se produzcan vertidos en el mar, mientras que la compañía propietaria debía preparar ayer el plan para remolcarlo hasta un puerto.

La delegada del Gobierno en Baleares, Teresa Palmer, dio ayer esta información, y añadió que un segundo equipo de técnicos descendió por la mañana al buque para realizar un segundo examen, esta vez de los daños internos causados por el fuego.

Capitanía Marítima de Baleares solicitó oficialmente a la compañía Grimaldi, propietaria del ferry, que concretase ayer mismo el plan para remolcar el barco y que decida a qué puerto debe ser llevado. Para ello, la Capitanía Marítima debe antes estudiar este plan y dar su aprobación, para lo cual se deben dar las "condiciones de seguridad mínimas", subrayó Palmer.

Un total de 156 entre pasaje y tripulación fueron evacuados del ferry incendiado que transportaba 98 camiones vacíos y 25 con carga, y que lleva en su interior 750 toneladas de combustibles y líquidos contaminantes.

El miércoles, un primer equipo revisó in situ la situación del barco y un remolcador le enganchó un cabo a la proa del Sorrento para evitar que esté la deriva. El puerto de destino, entre los que figuraran Palma, Valencia o Tarragona, dependerá de las condiciones en las que se encuentra el ferry.

"Actualmente los técnicos, dadas las condiciones de estabilidad del barco y la solidez del casco, no ven probabilidad de hundimiento ni de vertidos", señaló Palmer.

Por otro lado, la mancha de fuel procedente del Oleg Naydenov, hundido cerca de Gran Canaria, se "disgrega" y su poder de contaminación a medida que pasa el tiempo es "extremadamente bajo".

Así lo expresó ayer el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, tras presidir la constitución del Comité Científico de Contaminación Marítima que hará un seguimiento de este suceso.

Gómez-Pomar explicó que la mancha de fuel procedente del pesquero ruso se encontraba ayer a unas 200 millas en dirección sureste de Gran Canaria y que está ya muy "disgregada", por lo que resulta muy complicado aplicar un método de tratamiento.

Del pesquero sigue fluyendo fuel a un ritmo de 10 litros por hora, explicó Gómez-Pomar, que informó de que una barca de la Cruz Roja detectó ayer dos manchas en puntos próximos a la costa oeste de Gran Canaria y que se está procediendo a su "disgregación".