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Semana Santa

Una afición que sigue en las ondas

  • Fernando Pérez. Ahora tiene el ‘gusanillo’ cofrade cubierto con su trabajo pero durante años participó activamente en la renovación de Ecce-Homo y poco, o nada, le queda por probar en la Semana Santa

A los cinco años de edad  Fernando Pérez Cabrales ya pertenecía   a la cofradía de la que después llegaría a ser hermano mayor. Monaguillo, penitente –con cirio, con farol, con canasto –, capataz, miembro de la Junta de Gobierno y hermano mayor. Un recorrido a compás de la renovación de Ecce- Homo, cuya salida y recogida no se  ha perdido ni un sólo año. Incluso ahora, en su trabajo  como periodista de Canal Sur. “Siempre repartimos el Martes Santo de manera que yo cubra la salida de mi hermandad. Además como soy el que reparto lo tengo fácil”, bromea.

Vivía cerquita de la iglesia de San Pablo y su madre le llevó pronto al templo junto a su hermano. A los 16 años llegó la etapa de “pasotismo absoluto”, confiesa, pero a los 20 años  “el hermano mayor de entonces, Francisco Arenas, quiso que la gente joven participase de otra manera”. Fue entonces, recuerda, cuando se metió de lleno en la cofradía.

Y es una de las épocas que retiene con más cariño. “Junto a Antonio Hernández Rodicio montamos la caseta del Consejo en la primera  Velada de los Ángeles  y arrasó porque fue la única que puso sevillanas. También organizamos fiestas en el Casino Gaditano para conseguir dinero para la hermandad y con ello logramos comprar túnicas nuevas, renovamos los hábitos de la Virgen, le pusimos al palio los varales que le faltaban, algunas obras de caridad,...”. Una ‘actualización’ de la cofradía en la que coincidieron periodistas como Hernández Rodicio, Carlos Alarcón, Antonio Yélamo, Teo Vargas y con colaboración de la Asociación de la Prensa.  “Lo hacíamos por amor al arte, porque todo era para la hermandad, pero nos divertíamos mucho”, añora con multitud de anécdotas agolpadas en su memoria.

El mismo buen sabor de boca guarda de sus años como joven capataz de María Santísima de las Angustias, con  23 años , a pesar de que, reconoce, “fue complicado”.  “Formamos una cuadrilla de hermanos, con gente del colegio San Felipe Neri, y el primer año de capataz a la gente le gustó mucho la forma innovadora de cargar”.

Tras pasar por varios cometidos en la Junta de la cofradía del Martes Santo le llegó el de mayor responsabilidad. Como hermano mayor de Ecce-Homo vivió “el pollo que se montó” debido a los cambios que se quisieron introducir en la manera de portar los pasos.  “Fue en 1999. Durante el desfile escuchamos más de un grito de sevillanos irse para Sevilla y la gente hablaban de cosas que no existían como que llevábamos  llamador o que no contábamos con maniguetero”, cuenta. Todo lo que llevó consigo esta decisión y la “reacción de la iglesia” le hizo dimitir de su cargo cuando había cumplido dos años y medio de su mandato. Desde entonces, se dedicó por entero a la radio, su vocación, durante las sucesivas Semanas de Pasión hasta la actualidad.

“A través de la radio disfruto de la Semana Santa y mi  gusanillo cofrade lo tengo totalmente aplacado con mi trabajo”, responde al preguntarle si no echa de menos tiempos pasados. “Eso lo haces cuando eres joven aunque ahora, a pesar de que ya no soy un picado no me pierdo ni una porque ha sido parte de mi vida”, afirma el periodista. Por eso se confiesa: “No estoy capacitado para perderme una Semana Santa”. Y es que para Fernando Pérez es “impensable irse por ahí durante estos días”.

Tampoco le faltan pregones, como a la Virgen de la Penas o la Semana Santa de Alcalá de los Gazules. Parece que nada se le ha resistido porque también ha probado el palo, y nunca mejor dicho, que le quedaba, cargar un paso. Y no sueña precisamente con repetir: “Cargué una vez Sanidad pero no le veo el encanto que le ven otros, sobre todo la forma, que es bastante dolosa e incómoda”.

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