Hacer el Camino de Santiago es siempre una dura prueba física y anímica. Andar el Camino con la enfermedad de parkinson como compañera lo es aún más. Un grupo de 38 enfermos y familiares así lo pudieron comprobar. Desde Burgos a Santiago de Compostela con apoyo de un "autobús escoba". Convocados por la Asociación de Enfermos de Parkinson de Inicio Temprano (EPIT) decidieron afrontar el desafío peregrinos procedentes de Murcia y Astorga (León) los grupos mayoritarios, pero también de Isla Cristina (Huelva), Granada, Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Illes Balears, Valladolid, Ciudad Real, un belga residente en Málaga y Cádiz. Por Cádiz participaron Vicente Jiménez (Chiclana) y Miguel Vélez (San Fernando), los dos miembros de la Asociación de Familiares y Enfermos de Parkinson "Bahía de Cádiz".

El Camino lo realizaron del día 5 al 11 de abril, coincidiendo la llegada con la fecha que institucionalizó la Organización Mundial de la Salud (OMS) para divulgar la lucha contra esta enfermedad neurodegenerativa. A Vicente Jiménez, que trabajaba en "la Bazan" y fue diagnosticado de parkinson hace apenas un año, el Camino le ha dejado huella, "fuí con idea de tirarme unas vacaciones, pero me di cuenta que había un grupo de personas de humanidad y de hacer las cosas por los demás y me reflejé en ellos y me di cuenta de que ayudando a los demás me estaba ayudando a mí mismo" y concluye "El Camino de Santiago ha sido para mí como una huella que espero nunca se borre". Su compañero de asociación y de Camino Miguel Vélez, exprofesor de Historia en Enseñanza Secundaria y casi nueve años diagnosticado, llega a las mismas conclusiones, "Todos nos avisaban que esta experiencia era algo más que una simple excursión; pero ese tópico muchos de nosotros no terminamos de creerlo hasta vernos rodeados por el viento, las piedras, los caminos y paisajes que tantos peregrinos a lo largo de la historia sintieron, pisaron, profundizaron y observaron. Ubi sunt."

Un Camino de Ayuda Mutua se puede calificar. Familiares y Enfermos mano a mano, ayudando y ayudándose. De los 38 peregrinos, cuatro necesitaban usar silla de rueda en sus fases de off, fin de dosis de la medicación o que ésta simplemente deja de funcionar. El tiempo fue benigno con los viajeros tanto en temperaturas como en lluvias, Curiosamente durante todo el recorrido no llovió y el Camino se encontraba casi seco y muy practicable, los tramos embarrados son los más duros. Las semanas anteriores el tiempo fue más riguroso, causando incluso estragos las heladas en agricultura.

La Misa del Peregrino en la Catedral el día de llegada les fue dedicada y tomaron la palabra ante el Apóstol para hacer sus peticiones a través de Lola Martínez, presidenta de E.P.I.T.: "llamamos a los que tienen responsabilidades… a todos les hacemos llegar la urgencia y la necesidad de una rigurosa y exhaustiva coordinación de los esfuerzos, así como una racionalización y optimización de los recursos tanto económicos y materiales como humanos, a fin de ser eficaces y resolutivos en la búsqueda de la cura definitiva de este mal llamado parkinson".

Si tuvieran que resumir la experiencia en una breve frase coinciden los dos gaditanos que usarían las de un hermano de sangre leonés, Domingo Prieto de Astorga, que en carta a los organizadores dio las gracias por ayudarle a "VIVIR LO SOÑADO". Un sueño hecho realidad y mejor de lo imaginado, tanto es así que prefieren hablar de su Primer Camino de Santiago, en cuanto la salud y el tiempo lo vuelvan a permitir se ven de nuevo con el zurrón y el bastón de caminantes andando hasta el Monte do Gozo.