El borde litoral en el entorno de La Casería presenta un aspecto contradictorio. De esta manera, depende del lado al que el ojo se dirija las sensaciones son unas u otras. Teniendo el mar enfrente, a la izquierda se encuentra la playa de La Casería, una playa olvidada de la mano de la administración en la que el fango y las algas han hecho el baño impracticable. Desde el Ayuntamiento se aguarda con ansia un proyecto de regeneración por parte de Demarcación de Costas que parece no llegar nunca. Casi ridícula aparece la caseta que sirve de aseo en los meses de verano, cuando tan sólo unos pocos atrevidos se acercan hasta esta sombría zona del borde costero.

Pero, si uno mira en la otra dirección, la que marca su derecha, la situación es bien distinta. Para empezar, a la espalda, unas gigantescas -a la par que polémicas- torres de pisos confieren al paisaje un extraño aire sofosticado, mientras que a los pies avanza en proyecto del club náutico de La Casería, que tan sólo unos días atrás comenzó el dragado de la zona. Porque, para que los pantalanes y el embarcadero puedan ser una realidad, será antes necesario extraer 38.000 metros cúbicos de fango que acumula la zona. Para ello la inversión es de 364.000 euros. Aunque a este presupuesto hay que añadirle un segundo, el de 260.000 euros procedentes de la segunda remesa del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), que se dedicará a la adecuación y mejora de esta instalación deportiva.

Pero, mientras que por un lado los trabajos en la zona de La Casería son dispares, las actuaciones pendientes en el entorno del sendero del Carrascón parecen decididas a conseguir un vuelco en la zona. De esta manera, ya en el pasado mes de septiembre, el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín, recorrió un pequeño tramo del mismo, en el que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ha invertido 1,5 millones de euros. Esta intervención, aunque completa, ha suscitado algún recelo en el Ayuntamiento, debido a lo que consideran, unos pequeños errores en los accesos al recorrido.

Muy cerca de uno de los extremos del sendero debe estar a punto de comenzar ya otra ansiada intervención, la del molino de mareas del Zaporito, que ya está adjudicada y está -así lo anunció el alcalde, Manuel de Bernardo, hace un mes- a punto de comenzar. Con esta intervención el objetivo no es sólo reconstruir la edificación, sino también trabajar enla recuperación de un entorno francamente maltratado debido a que en la actualidad se sigue utilizando de aparcamiento.