Dicen que la naturaleza es sabia, aunque en ocasiones se empeña en mostrar sólo su cara más amarga y cruel. El pasado 12 de octubre los campamentos de refugiados saharauis de Smara y Auserd en Tinduf (Argelia) sufrieron en sus carnes la ira de los elementos y más de 1.700 familias perdieron sus hogares debido a unas graves inundaciones que arrasaron viviendas, colegios, dependencias sanitarias y reservas alimenticias de una población ya de por sí sumida en la miseria.

La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de San Fernando Amisafe se hace eco de esta trágica situación y pide estos días un esfuerzo solidario coincidiendo con el inicio de su campaña Caravana por la Paz, que hasta el próximo mes de febrero recogerá alimentos en colegios, guarderías, asociaciones, empresas y supermercados para enviarlos a los campamentos de refugiados en el Sahara.

Además de la recogida de alimentos, la asociación organiza este viernes 14 de noviembre una cena solidaria en el hotel Bahía Sur de la localidad isleña a beneficio del pueblo saharaui, y proyecta otras actividades como la colocación de un chiringuito en la Plaza del Rey en el mes de diciembre. La cena, que comenzará a las diez de la noche y contará con la actuación de la cantante isleña Luz García y la orquesta Galilea, permite colaborar por sólo 25 euros por persona con un proyecto solidario que ayuda a subsistir a muchas familias desfavorecidas de los campamentos de refugiados del Sahara.

Además del plan humanitario Caravana por la Paz que Amisafe lleva a cabo cada año, la entidad también colabora en la construcción de viviendas en la zona. “Llevamos un proyecto que nos subvenciona el Ayuntamiento de San Fernando con 11.000 euros para hacer casas allí y que este año dedicaremos a la reconstrucción de las viviendas de adobe destruidas por las lluvias”, expone el presidente de la asociación, Manuel García, que explica que “el dinero se llevará en febrero y se dedicará todo lo que haya” a esta iniciativa. “Toda ayuda es poca para los más desfavorecidos”, asegura García.

Tras las mencionadas inundaciones, esta asistencia se hace más necesaria que nunca para que 1.700 familias saharauis vuelvan a tener un techo bajo el que cobijarse. En concreto, en Smara, donde residen más de 40.000 personas refugiadas, quedaron destruidos un total de 1.424 hogares, mientras que en Auserd se perdieron 300 viviendas.

Una tragedia que se suma a la ya de por si precaria situación de un pueblo que necesita de la ayuda de asociaciones como Amisafe y la solidaridad de los ciudadanos de lugares más privilegiados para subsistir.