El gobierno en minoría que integran PSOE y PA consiguió ayer sacar adelante los dos temas claves que se debatieron en el pleno: la aprobación inicial de las ordenanzas fiscales y la aplicación del remanente de 3,1 millones de euros, que en buena parte -2,7 millones- se destinará a la ejecución de inversiones. Entre ellas, la terminación del pabellón de la barriada Andalucía o la construcción de la nueva sede del club náutico de Gallineras.

También logró el apoyo de todos los grupos -a excepción del PP- para aprobar una modificación de crédito por 1,2 millones de euros que permitirá al área de Desarrollo Sostenible abordar la construcción de dos naves en los terrenos municipales de Fadricas II que se convertirán en sendos centros logísticos para las concesionarias de los servicios de limpieza viaria y recogida de residuos y de mantenimiento de parques y jardines.

Así que, a pesar de los reproches y críticas de la oposición que se encontró en el pleno, no le fue mal del todo ayer al equipo de gobierno. Y eso que para conseguir la aprobación provisional de las ordenanzas fiscales -de las tasas e impuestos que empezarán a aplicarse a partir del 1 de enero de 2017 a excepción del IBI, que sigue a la espera de la actualización de los valores catastrales- fue necesario el voto de calidad de la alcaldesa al quedar en empate la votación.

Porque Ciudadanos, a pesar de que el texto incluía expresamente algunas de las propuestas y bonificaciones que había planteado en su "acuerdo puntual" a los presupuestos, optó finalmente por abstenerse. Y al no estar presente su portavoz, Javier Cano, que como diputado estaba en Madrid en el debate de investidura, los votos a favor y en contra de las ordenanzas quedaron igualados.

No por eso escapó C's de las persistentes críticas del PP que una y otra vez repetía el edil Manuel Raposo al lamentar que la formación naranja se entendiera en La Isla con el equipo de gobierno. "Pues sí, nos llevamos bien, buscamos el diálogo", llegó a contestarle por su parte el socialista Conrado Rodríguez al referirse a esa relación que el ejecutivo municipal mantiene con C's, al que recurre con asiduidad en busca de apoyos para solventar el hándicap de la minoría.

Quizá por esa razón, para marcar distancia con el gobierno municipal, C's optó ayer por abstenerse a pesar de que el texto de las ordenanzas incorporaba sus propuestas, como la propia edil Mayte Mas reconoció expresamente en su intervención.

PP, Sí se puede (Podemos) y la concejala no adscrita Inmaculada López recriminaron también al equipo de gobierno en varias ocasiones que en ningún momento se recurriera a ellos para negociar los puntos del pleno. "Si no nos llaman, no participamos de este circo", advirtió Ernesto Díaz, portavoz de Sí se puede, al explicar su tajante negativa a aprobar unas ordenanzas de las que el gobierno municipal, por otro lado, descató "su apuesta por el empleo y la actividad económica y su sensibilidad social" sin olvidar tampoco referirse al compromiso de evitar que la subida del agua aplicada por el Consorcio revierta en el recibo.

Con menos reparos se encontró el gobierno municipal a la hora de aprobar la aplicación del remanente y la modificación de crédito para acometer las naves de limpieza y de mantenimiento de parques y jardines. Solo el PP rechazó de lleno las inversiones planteadas por el ejecutivo (aunque se abstuvo junto a Sí se puede en la propuesta de aplicación al presupuesto del remanente de tesorería).

Resultó curioso también que, al defender Sí se puede de la remunicipalización de los servicios públicos, el concejal de Desarrollo Sostenible, el andalucista Fran Romero se mostrara "política e ideólogicamente" dispuesto a hablar del tema, aunque descartara de lleno su aplicación práctica mientras estuviera en vigor el plan de ajuste.