Las tres banderas que distinguen la playa de Camposoto ya ondean desde ayer frente al acceso cuatro. Son la bandera azul, que reconoce la calidad del agua y la arena, y de los servicios, entre otras cuestiones; la de ecoplayas que premia el cuidado al medio ambiente, y especialmente las campañas de concienciación que se hacen en la costa; y la Q de Calidad Turística, que avala las buenas condiciones de Camposoto, su calidad -como su nombre indica- y su seguridad. Ayer, el dispositivo de salvamento participó en un simulacro de rescate para evaluar su desempeño.

Cuatro minutos tardaron los integrantes del operativo -todo el turno de día, porque la intención es comprobar cómo funciona este servicio- en su actuación: desde que la lancha sale al mar para acudir a sacar del agua al bañista, hasta la llegada a la arena donde con la ayuda de los servicios médicos lo estabilizan antes de proceder al traslado en ambulancia.

Hoy está prevista la auditoría de la que se encarga el Instituto para la Calidad Turística Española para comprobar el funcionamiento y la documentación de cada servicio: los módulos de Protección Civil, de Policía Local y de Limpieza, los chiringuitos, los aseos y los accesos, también la asistencia que se presta para personas con movilidad reducida. Precisamente, desde la Concejalía de Playa se trabaja para que pronto puedan estar instaladas tres pasarelas móviles y extensibles (para retirar por cuestión de mareas) que podrán usar estas personas. Se espera que los trámites administrativos estén finalizados pronto para que el adjudicatario pueda proceder a su colocación.

Esta mejora en la playa se suma a otras acciones encaminadas a convertir a Camposoto en un referente en toda la provincia en el ámbito turístico. "Tiene calidad de sobra; rodeada de Parque Natural. Nuestras acciones van encaminadas a mejorar en esta línea porque puede ser un atractivo perfecto para el turismo vinculado a la naturaleza", apuntó. Se refería a la estrategia planteada por el equipo de gobierno para captar los actuales fondos europeos (conocidos como DUSI), que planea la intervención en el bordo este de la ciudad. El proyecto para mejorar los accesos, tanto para el tránsito rodado, pero sobre todo peatonal y de bicicletas, sigue esta línea.

El fomento de los deportes en este espacio natural, que destacó el primer teniente de alcaldesa, Fran Romero, es una de estas propuestas que buscan potenciar el atractivo de la playa. Por eso, además del espacio que desde hace un tiempo se reservaba para la práctica del surf (aunque este año la escuela de surf se traslada a un módulo de estreno), se ha decidido que el kayak también tenga un hueco, y ocupe esa antigua estructura. De hecho, Desarrollo Sostenible apuesta por la utilización del caño paralelo al litoral por este tipo de embarcaciones. Para hacerlo navegable será necesario, en primer lugar, su dragado, cuya ejecución podría desarrollarse a mediados de julio, ya que se aguarda la disponibilidad de la máquina específica para retirar los bancos de arena. Además, se ha expuesto la posibilidad de poner una compuerta que controle el flujo del agua, aunque según puntualizó la responsable de Playas, Maite Lebrero, se necesita la autorización tanto de Defensa como de la Junta de Andalucía para su instalación.

Lo que sí está en marcha es la colocación del vallado cinegético en la zona donde el Ayuntamiento permitirá la presencia de perros. Atados en esa superficie, sólo podrán estar sueltos dentro de ese recinto acotado, al que precisamente alude la formación Plataforma 3R para preguntar ante la Demarcación de Costas de Andalucía Atlántico sobre el posible incumplimiento de la Ley de Costas en lo que se refiere a la libertad de accesos al dominio público marítimo terrestre. Se prevé que estará todo instalado el lunes.

Al lugar, situado a 1,5 kilómetros del tramo de Camposoto con servicios, sólo se podrá acceder por el sendero peatonal del Parque Natural. Los propietarios están obligados a recoger las deposiciones y a mantener limpio el entorno, aunque este espacio será sometido al volteo periódico de la arena o al tratamiento periódico de desinfección de arena. Estas labores de limpieza se suman a las habituales en la zona de baño, y al refuerzo que se hace en la Punta del Boquerón donde se acude hasta dos veces a la semana.