San Fernando

Futuro para Navantia, futuro para la ciudad

  • El comité de empresa advierte de la falta de actividad El vínculo económico entre la factoría y La Isla sigue vigente en la actualidad

No era una imagen nueva para los isleños, y sin embargo no resultó menos llamativa para quienes transitaban por la calle Real, o se asomaban desde los negocios abiertos a una y otra margen del camino. La manifestación de los trabajadores de los astilleros isleños -que se abría paso con una pancarta en la que dejaban claras sus reivindicaciones, Trabajo para la Bahía ¡ya! Navantia San Fernando- recorrió un tramo de esta arteria principal de la ciudad ofreciendo una estampa habitual en el pasado pero que en los últimos años se había vuelto más esporádica. Un mensaje se repetía por la megafonía del vehículo que antecedía a la movilización: futuro para el astillero, futuro para La Isla. Porque San Fernando es consciente del peso que la factoría, a pesar de la merma de plantilla y producción, tiene para su economía.

Al paso de la protesta los isleños observaban atentos las reclamaciones de una plantilla que estuvo acompañada por representantes políticos de la ciudad y provinciales, y colectivos de la ciudad, como la Federación de Asociaciones de Vecinos. También estaba el colectivo del metal. Todos, incluso los observadores, saben de la importancia para el municipio de este centro de trabajo por el volumen de personas que emplea directa o indirectamente, lo que repercute a su vez en la economía -el comercio, la hostelería- de San Fernando. Cuando las cosas han ido mal las familias isleñas han sufrido al repercutirles esa caída de la actividad, especialmente por la falta de contratación en la industria auxiliar.

El comité de empresa de Navantia apela a este vínculo, un cordón umbilical para muchos, entre la ciudad y el astillero para solicitar el apoyo de la sociedad isleña en su lucha por que se confirme carga de trabajo que daría un respiro a la situación de vacío que poco a poco se apodera de estas instalaciones navales, frente al trabajo que se presenta por delante, simplemente sin salir de la Bahía, para el astillero de Puerto Real (con los gaseros) y el de Cádiz (con reparaciones constantes). La actual faena que ocupa a la antigua Bazán, la construcción de un Buque de Acción Marítima (BAM), apenas ocupa a una parte del personal de construcción puesto que los módulos están terminados y queda la unión en grada. El empleo que se genera se va reduciendo, advertían hace unas semanas, a 150 -180 personas; acero está en subactividad; y reparaciones sólo tenía entonces un barco y los compañeros acuden a la base de Rota cuando hace falta.

Dentro de ese panorama entienden necesario que se concrete el contrato que sigue pendiente con Arabia Saudí para hacer cinco corbetas y que se haga realidad la segunda fase completa de los BAM. Es la primera de sus reclamaciones que incluye continuar con el plan industrial para los astilleros, el rejuvenecimiento de la plantilla, su formación y que se cumpla el convenio del metal de Cádiz para las empresas auxiliares.

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