"El Carnaval es la fiesta que iguala a todo el mundo". Con estas sencillas palabras, el presidente del Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz, Eugenio Mariscal, recibía a primeras horas de la tarde de ayer el premio Pepe Requeté que concede cada año la peña El Timón, un acto que se hizo coincidir con el comienzo del concurso de pasadobles que esta entidad celebra desde hace ya catorce años y que nuevamente dio cita a aficionados y a agrupaciones carnavalescas en la céntrica alameda Moreno de Guerra. Fue, además, una de las convocatorias centrales de este primer domingo de Carnaval, una jornada que se vivió con suma tranquilidad -quizá demasiada- tras el impetuoso arranque que tuvo la fiesta en la tarde del sábado con el pregón de la Orquesta Caballati y la actuación de la comparsa de Martínez Ares en un Parque abarrotado de público.

Eugenio Mariscal, investigador y estudioso de la materia, no pudo sino recordar también a un carnavalero de talla como fue Pepe Requeté -que da nombre al premio que ayer recibió- y a sus contemporáneos, los grandes nombres propios de la fiesta. También aludió a la esencia del Carnaval: las coplas, la libertad, la calle... Algo que, en cierto modo, el concurso de pasodobles de El Timón -que en los últimos años se ha convertido en un referente de la programación isleña- mantiene en toda su pureza.

De la trayectoria de El Timón desde sus comienzos como modesto establecimiento hostelero hasta convertirse en una de las peñas más activas de la fiesta habló también ayer la alcaldesa, Patricia Cavada, durante la entrega de esta distinción a Eugenio Mariscal. La regidora, además, aludió orgullosa al brillante comienzo que la fiesta había tenido en la tarde del sábado, que enlazó con el 250 aniversario de la creación de la villa que se celebra en 2016, y se alegró -y agradeció- la masiva participación de los isleños. Por su parte, la peña El Timón, hizo entrega también del premio Cajonazo a la agrupación 'Los supervivientes de la calle San Vicente'.

Pero también el Parque retomó ayer su condición de escenario carnavalero de la mano de las peñas, sus carpas y degustaciones gastronómicas, a las que se sumaron actuaciones carnavalescas. Entre ellas destacó ayer una de las citas clásicas del Carnaval isleño: la tortillada popular de la peña de La Bandurria, con Jesús Javier Martín Moreno como tortillero de honor que abrió esta convocatoria popular. También las autoridades municipales arroparon este acto.

Aunque la fiesta, en su segundo día, se repartió también por otros enclaves de la mano de entidades cuya participación en la programación de Carnaval de San Fernando es ya más que señera. Entre ellas figura la asociación de antiguos alumnos salesianos y el Círculo de Artes y Oficios, que llevó las coplas y su butifarrada popular hasta su sede de la calle Rosario, donde la chirigota 'Una obra romántica' se encargó de animar al personal. La peña Los Ponepegas, por su parte, plantó también la fiesta en otro céntrico escenario de La Isla: la plaza de San José, en cuyo escenario desembarcaron también varias agrupaciones carnavalescas hasta bien entrada la tarde. Tampoco aquí faltaron las degustaciones.

El ambiente que reinó durante toda la jornada fue más bien discreto, familiar y sumamente tranquilo, muy lejos del multitudinario comienzo que en la noche del sábado tuvo el Carnaval en La Isla. Aunque la fiesta no ha hecho más que empezar. Por delante queda todavía una semana repleta de convocatorias: noches carnavalescas en las sedes de las peñas La Bandurria (el martes) o El Plumero (el miércoles), concursos de romanceros (el jueves) y el gran pasacalles escolar, que el viernes se convertirá en el anticipo de la cabalgata.