Estanterías compradas semanas antes de las elecciones municipales para reubicar la Biblioteca Lobo después de más de nueve años metida en un sótano, proyectos frustrados como el de la rehabilitación de la antigua casa de la Cruz Roja que tras pasar a manos del Ayuntamiento se pensaba convertir en un centro de documentación puntero, carencias que se multiplican ante la prolongada provisionalidad de unas instalaciones que no reúnen las condiciones adecuadas y que han llevado incluso a intervernir a los bomberos hace apenas unas semanas... La suerte del Archivo y de los fondos documentales municipales ha dado mucho que hablar en las últimas semanas. Hasta en el pleno del pasado jueves el tema volvió a enfrentar al gobierno municipal y a la oposición a cuenta de los planes que unos y otros barajan para solucionar el problema y ante la petición del PP de trasladar de modo provisional el Archivo al Museo Histórico Municipal para garantizar su correcta conservación.

La propuesta, precisamente, ha servido para airear un informe emitido días después del incidente que en noviembre obligó a resanar la fachada de esta sede provisional en el que se desaconseja cualquier nuevo movimiento del Archivo Municipal, siempre y cuando no sea para llevarse los fondos a su emplazamiento definitivo -el que sea- tras una década de itinerancia. Incluso se advierte de los perjuicios que pueden acarrear nuevos desplazamientos.

El informe, que suscribe el propio archivero municipal, deja prácticamente zanjado el debate en torno al futuro de los fondos, que el nuevo equipo de gobierno que lidera el PSOE tiene intención de devolver a su ubicación original -esto es, al propio Ayuntamiento- una vez que concluyan las obras de rehabilitación del Palacio Consistorial que comenzarán ahora en diciembre.

"La documentación existente en el Archivo Municipal ha sido objeto de una serie de traslados provisionales en los últimos años -de la planta segunda del Edificio Capitular a la planta baja y de ésta a la ubicación actual (Real, 61; un local en alquiler)- que ocasionan una serie de perjuicios al conjunto documental", advierte el citado informe.

En el documento, no obstante, se reconocen que las actuales dependencias no reúnen las condiciones exigidas para dar cabida al Archivo Municipal, si bien se considera que los efectos de un nuevo traslado provisional podrían ser peores que mantenerse en las condiciones actuales, por poco adecuadas que éstas sean.

"Es criterio técnico de este archivero evitar en lo posible un nuevo traslado provisional, manteniendo las actuales dependencias hasta que se pueda disponer de un espacio adecuado para instalar los fondos documentales del Archivo Municipal de San Fernando con carácter definitivo", concluye.

Claro que esa ubicación definitiva tendrá que esperar primero a que concluyan las obras de rehabilitación del Ayuntamiento, lo que está previsto que ocurra -si no hay contratiempos- en verano de 2017. Así que al Archivo le quedan por lo menos dos años más en su ubicación provisional.

En este informe, por otro lado, se detalla también que la intervención de los bomberos en el edificio -motivada por el mal estado de una cornisa de la fachada- "no ha tenido ningún tipo de incidencia sobre el fondo documental depositado en el inmueble" al haberse tratado de una medida de carácter preventivo llevada a cabo en el exterior de las dependencias municipales "sin que estas se vean afectadas en cuanto a depósito de documentos".