Para algunos de los establecimientos hoteleros de San Fernando la buena marcha de la actividad en agosto es una constante año a año. Unos, eso sí, reconocen que la mejora de la ocupación viene siendo tendencia desde hace unos veranos. Alguno, sin embargo, matiza que los resultados positivos de este mes que está a punto de expirar suponen una novedad respecto a la temporada anterior cuando sufrió una fuerte bajada. Desde luego, dejan claro, ha sido mejor que el mes anterior, julio, un periodo estival que no repercute en el sector isleño.

Un 85% de las plazas ocupadas es lo que dos hoteles como Bahía Sur y Salymar, calculan que les ha deparado el aún mes actual. "Los mejores datos van del día 3 al día 28", comentan en el establecimiento situado en el complejo comercial junto a Caño Herrera. Ése es el periodo alto frente a los primeros días de agosto y los finales cuando todo el mundo se marcha para volver a casa con el fin de los días de descanso. Antes de acabar julio lamentaban que apenas llegaban al 50%. En su caso tienen capacidad para recibir a unas 720 personas.

Hasta 110 plazas, aproximadamente, disponen las instalaciones hoteleras de la plaza de la Iglesia. Son las que tienen con sus 55 habitaciones. En su caso no pueden decir que haya alguna jornada concreta que despunte por un número más elevado de clientes. Ha sido un mes regular, que destaca, por el contrario, al compararlo con el mes de julio.

El patrón se repite con el hotel Roma, que apunta a que "ha sido un agosto bastante bueno". "Hemos estado al completo especialmente los fines de semana, aunque a principios de mes y a finales se nota que baja mucho". Colgar el cartel de completo significa para este negocio tener llenas sus 28 habitantes, en las que entran en función de su tamaño, dos, tres o cuatro personas. El panorama es bien distinto frente a julio, cuando asumían que acabarían con un 30% de ocupación, con excepción de algún fin de semana.

Los hotales de la ciudad, por su parte, superan el 90% de ocupación durante el mes de agosto. La excepción en esta semejanza la pone la pensión Islasol que ha tenido cubierta en torno al 70% de las plazas: 14 habitaciones, entre 22 y 23 personas, añadían en el establecimiento, puesto que algunas habitaciones son individuales. La mayoría de los clientes ha sido turistas, no trabajadores como suele ser habitual en su actividad durante el año. Al menos, sostienen, los datos han mejorado respecto al año pasado con un repunte importante frente a la bajada que se notó hace cuatro o cinco años con las cifras "cayendo en picado". "Es el primer año que notamos que empieza a subir", insiste.

"Es normal", dicen como todos los establecimientos hoteleros (a excepción del ya mencionado) en el hostal París. Cuando llega agosto los números reviven y el 90%, con una media regular duarante casi todo el mes, es algo habitual para un negocio, que tiene 19 habitaciones y una capacidad para acoger a 31 personas. Las reservas sólo han decaído precisamente para esta última semana. "Es fin de semana es muy bajo, la gente vuelve al trabajo", y no apuran hasta el último día del mes para aclimatarse a su rutina diaria.

En el hostal La Andaluza la ocupación de la que han disfrutado en los últimos 30 días se sitúa en una media del 90%. La ocupación se redujo a partir del día 23, más todavía a partir de mañana. Por el contrario,"los días más alto -reconocen- han sido similares al agosto de hace unos años, cuando se daban números así". Por supuesto este establecimiento de 18 camas, con posibilidad de albergar hasta 33 personas, ha tenido un mes de agosto mejor que el mes anterior. Será mejor, tienen claro, que septiembre, cuando las reservas bajan de manera considerable.

"En septiembre no se prevé que haya mucha ocupación, puede que mejore con reservas de última hora", anticipan en el hostal San Marcos. El mes que ahora termina comenzó curiosamente con cifras muy bajas, pero se repuso hasta permitir que puedan sorprender con una media del 95%. Entre su clientela siempre hay algún habitual, pero este año ha contado con huéspedes de orígenes muy variados. "Ha habido algo más de italianos que de otros extranjeros. Y nacionales de Valencia, Barcelona, País Vasco y Madrid.

"El año pasado también fue bueno", piensa, para añadir más tarde que en ambas temporadas estivales el levante no ha sido el viento dominante. "Eso ayuda, porque mucha gente si salta el viento te cancela. ¡No van a pasar una semana de vacaciones con problemas para ir a la playa!", explica sobre las situaciones a las que se enfrenta en el negocio. Es, lamenta, un sector muy inseguro: "Siempre a verlas venir. Remonta un mes y esperas que eso sea que la situación cambia. Pero entonces al siguiente mes te das cuenta que es un espejismo".