Hoy se cumplen 23 años de la muerte de Camarón, una aniversario que prácticamente pasará desapercibido en La Isla a pesar de que en el último mandato no se ha dejado de hablar de las posibilidades y del enorme potencial turístico y cultural que encierra la promoción de la legendaria figura del cantaor, tema que ha pasado incluso a convertirse en una de las prioridades del Ayuntamiento y que todos los partidos incluían en sus apuestas electorales en las recientes municipales. Sin embargo, salvo la habitual misa flamenca organizada por su peña -que se celebrará a las 20.00 horas en la Iglesia Mayor Parroquial- ningún acto recordará hoy esta significativa fecha en la ciudad natal del artista.

El mundo del flamenco -artistas, aficionados y estudiosos, productores- aguarda con impaciencia a que el nuevo gobierno municipal dé los primeros pasos en este sentido y cumpla con su compromiso para constituir una amplia comisión, representada por todos, que se dedique a dar forma al legado del mítico cantaor, lo que el anterior ejecutivo local, liderado por el PP, llamaba el Espacio Camarón.

Tanto la alcaldesa, Patricia Cavada, como su socio político, Fran Romero, han reiterado su voluntad de dar forma a este nuevo órgano de participación vinculado al flamenco en un breve plazo. El nuevo equipo de gobierno todavía está iniciando su andadura, han matizado ambos en sus recientes declaraciones al pedir tiempo para que pueda verse algún avance. Entre las propuestas que están sobre la mesa se habla incluso de convocar un premio nacional de flamenco que lleve el nombre de Camarón además de poner definitivamente en marcha el museo previsto en la Casa Lazaga, donde se llevan a cabo ahora obras de emergencia para frenar el acuciante deterioro de las cubiertas tras una década con el edificio cerrado y sin uso.

Hay una fecha clave para la que quedan dos años. La del 2 de julio de 2017, día en el que se conmemorará el 25 aniversario del fallecimiento de José Monge y para la que se pretende -así se ha dicho en reiteradas ocasiones- que estas propuestas vinculadas a Camarón estén ya en marcha. Es la meta a la que tiene que aspirar la ciudad. Y el colectivo flamenco apremia a que el Ayuntamiento se ponga manos de inmediato a la obra: "Vamos tarde. Hay mucho trabajo que hacer", han advertido ya.

Este nuevo aniversario de la muerte de Camarón llega también tras la reciente polémica que ha acompañado el primero de los proyectos que se ha puesto en marcha en este sentido: las obras de la casa natal. El proyecto, presentado como una rehabilitación, indignó a muchos ciudadanos -y especialmente a los aficionados de Camarón- tras la demolición prácticamente total del antiguo patio de vecinos en el que vivió la familia Monge (solo se ha conservado la fachada principal y parte de los muros que delimitaban las dos habitaciones en las que residían). La actuación, promovida por el Ayuntamiento en el anterior mandato con fondos de Diputación, ha desatado numerosas críticas ante lo que se considera una pérdida lamentable y irreparable.

El derribo se llevó a cabo a finales de mayo, justo tras las elecciones municipales. Sobre el terreno ahora se está levantando la estructura de un nuevo edificio que imitará el diseño de los antiguos patios de vecinos.

El legado familiar del artista es otra de las cuestiones que sigue pendiente. En febrero de 2014, hace ya año y medio, el Ayuntamiento firmó un convenio con los herederos de Camarón por el que se aseguraba la custodia de todo el material -prendas personales, premios, guitarras, fotografías...- para su su exposición en el futuro museo que se adecuará en la Casa Lazaga.

Por todo este material el Ayuntamiento paga cada mes 2.500 euros (más IVA) desde entonces. Al año, suponen 36.300 euros de las arcas municipales. Más de 1,8 millones en los 50 años de vigencia que establece el acuerdo. Sin embargo, a pesar de que ha transcurrido ya año y medio, se desconoce todavía por completo el contenido de ese legado, que el Ayuntamiento anterior ha mantenido en el más absoluto secreto aludiendo al proceso de elaboración del oportuno inventario, que se empezó a hacer tras firmar el convenio. Ni siquiera la campaña electoral de las municipales -muchos esperaban que fuera así- alentó una pequeña muestra de ese legado para abrir boca.