San Fernando

Vera Cruz, ¿luz al final del túnel?

  • La hermandad de penitencia, lastrada por la escuela-taller que promovió para afrontar la rehabilitación de la histórica capilla, terminará de pagar sus deudas en el año 2022

Hasta el año 2022 estará pagando la hermandad de la Vera Cruz las deudas que dejó la escuela-taller Cristo Viejo, que promovió para afrontar la rehabilitación de la histórica capilla de la calle Patrona. Con todo, la complicada situación se ha conseguido reconducir y la cofradía se aleja poco a poco del abismo en el que se encontraba hace un par de años, como se expuso hace unos días a los hermanos en un cabildo extraordinario convocado para informar del tema.

La hermandad de penitencia, que ha llegado incluso a barajar en dos ocasiones la suspensión de la salida procesional a causa de las dificultades económicas que atraviesa, tiene por delante un arduo camino que recorrer para solucionar definitivamente el problema pero la situación es mucho más tranquila, como reconoció a este periódico el hermano mayor, Mariano Domínguez. Hay un calendario de pagos definido para hacer frente a las deudas que dejó la citada escuela taller a lo largo de los próximos ocho años y se ha conseguido llegar a un acuerdo con prácticamente todos alumnos y profesores que denunciaron los impagos (con todos salvo con uno de ellos, al que se suma también un juicio que todavía está pendiente de celebrarse). A finales de año se espera también que se puedan haber zanjado del todo los pagos a los proveedores que siguen pendientes. Será otra carga menos.

La junta de gobierno de la hermandad espera que estos sean los primeros pasos para recuperar la normalidad en el seno de la cofradía. Anhelan la tranquilidad tras unos años más que convulsos para la corporación así que el objetivo ahora -insiste el hermano mayor- es asumir poco a poco el pago de la deuda y centrarse en los cultos y en la actividad ordinaria de la hermandad. Lo peor parece haber pasado, aunque el camino que queda por recorrer no está exento de dificultades, ni mucho menos.

Fue a finales de 2011, en las últimas fases de la escuela-taller Cristo Viejo que se había pactado con la Junta de Andalucía para hacer frente a la rehabilitación de la histórica capilla, cuando empezaron los problemas por la falta de financiación. No llegaba el dinero y la hermandad no tenía recursos para mantener esta monumental actuación. Hubo retrasos en los pagos pero también problemas en la certificación de las obras y complicaciones administrativas que llevaron en pocos meses a la cofradía a una situación verdaderamente insostenible que no consiguió frenar por más que alzara la voz en demanda de ayuda.

Ciertamente, la hermandad tenía motivos para preocuparse, como se comprobó durante los meses siguientes: interrupciones en el suministro de luz y agua por impagos, embargo de las cuentas corrientes y hasta de su antiguo almacén, que fue subastado por la Seguridad Social. En 2012, se hablaba de 168.000 euros de deuda, una cantidad difícil de asumir por parte de cualquier cofradía. A eso se sumó la treintena de denuncias que interpusieron profesores y alumnos de la citada escuela-taller por no cobrar. Sobre la hermandad, como titular del proyecto, recayó todo. En 2013 -en mitad de la tormenta desatada por la polémica rehabilitación- la junta de gobierno llegó a anunciar la suspensión de la salida, si bien poco después dio marcha atrás. Y este año optó por someter la decisión al cabildo de hermanos. Eso sí, la salida de Semana Santa se ha llevado a cabo a coste cero.

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