La crónica negra de 2011 se ha abierto en la provincia con la que sin duda es una de las tragedias más impactantes, la muerte de un hombre a manos de su propio hijo. La apacible zona de Las Menuditas, enclavada en la antigua carretera de La Barrosa, frente a Carboneros, fue escenario ayer del triste parricidio.
Un joven de 22 años de edad asestó supuestamente a su progenitor, un hombre de 61 años de edad, tres cuchilladas en el cuello que le terminaron provocando la muerte. Ildefonso T.M., profesor recientemente jubilado que trabajaba en el IES Pablo Ruiz Picasso, en el departamento de Francés, y muy apreciado en la localidad, falleció desangrado al seccionarle la yugular una de las cuchilladas que recibió.
Según las fuentes consultadas por este diario, así como por el testimonio aportado por varios vecinos que fueron testigos de lo ocurrido, todo comenzó poco antes de las doce del mediodía. Padre e hijo se enzarzaron en una discusión en el domicilio familiar, un chalé ubicado en el número 2 de la calle centauro. Al parecer, el joven, que podría sufrir algún tipo de trastorno mental, reaccionó con violencia al enterarse de que sus padres pensaban ingresarle en la jornada de hoy en un centro especializado en el tratamiento de enfermedades mentales, algo a lo que se negaba.
El joven, Enrique Alberto T.R., armado con un cuchillo que cogió de la cocina, se habría abalanzando sobre su padre, propinándole varios pinchazos en el cuello en presencia de su madre.
La mujer salió entonces rápidamente de la casa pidiendo auxilio, escuchándola una joven que paseaba su perro por la zona. La chica fue rápidamente a buscar a su cuñado, un guardia civil que se encontraba casualmente disfrutando de su último día de vacaciones en la localidad, ya que hoy tenía que incorporarse a su destino, en una Comandancia fuera de la provincia.
La actuación de este agente, a la que la mujer contó que su hijo "acababa de apuñalar a su marido y que tenía problemas psicóticos", según los testigos, fue sin duda providencial. Poniendo en riesgo su propia vida, ya que el joven llegó a amenazarle a él también con el cuchillo, evitó que la tragedia fuera aún mayor, que el parricidio pudiera ser doble. Porque, aseveraron a este diario fuentes cercanas al caso, al parecer el joven tenía también intención "de matar a su madre".
El agente lo evitó. Tras intentar en vano que el joven depusiera su actitud, el guardia pudo finalmente aprovechar un descuido y abalanzándose sobre él, quitarle el arma y reducirlo, tirándolo al suelo.
Instantes después llegó a la casa la primera patrulla de la Guardia Civil, alertado por la llamada que la madre hizo al cuartel mientras el guardia intentaba calmar a su hijo. Los agentes, que se encontraban muy cerca de la zona cuando recibieron el aviso, comenzaron a intentar reanimar al padre, siendo ayudados poco después por efectivos sanitarios. Sin embargo, finalmente Ildefonso fallecía debido a la cuchillada mortal que le seccionó la yugular.
El joven fue conducido al cuartel de la Guardia Civil de Chiclana, desde donde será puesto previsiblemente hoy a disposición judicial. La Benemérita se ha hecho cargo de la investigación de un crimen que ha causado una profunda conmoción así como una gran sorpresa, ya que no existían denuncias previas que hicieran presagiar el posible carácter violento del joven.
Enrique Alberto, que había cumplido hace poco los 22 años, había sido adoptado en Colombia de pequeño por la pareja de Chiclana.
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