Los alcaldes de Barbate y Vejer, Rafael Quirós y Antonio Jesús Verdú, respectivamente y acompañados de diversos miembros de sus equipos de gobierno han mantenido una reunión en Sevilla en la sede de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, con el viceconsejero Juan Jesús Jiménez, al que mostraron "su indignación por lo que viene sucediendo en la zona por las enormes plagas de mosquitos que sufre gran parte de la población, a consecuencia de los cultivos de arroz de las grandes fincas de los alrededores".

Para Verdú y Quirós "resulta intolerable que aún se continúe permitiendo este cultivo agrícola que, por su parte, necesita un excesivo consumo de agua de la cuenca del río Barbate y, a cambio, no produce ningún beneficio social, ya que el número de empleos que genera es insignificante".

Por el contrario, según apuntan ambos responsables municipales, "cada año los vecinos de ambas localidades, principalmente de algunos núcleos rurales de ambos términos municipales, como El Cañal, El Poblado de Varelo, Libreros, La Oliva, Manzanete y El Soto, además de los cascos urbanos de ambos municipios, se ven asediados por grandes nubes de mosquitos que afectan al bienestar de sus habitantes, al mismo tiempo que representan un grave riesgo de salud pública".

Tanto Quirós como Verdú han solicitado a la Consejería de Medio Ambiente "su intervención y, para ello, se ha previsto una reunión interdepartamental de varias delegaciones para analizar la situación y adoptar las medidas que sean necesarias", según destacaron, "estamos cansados que algunos señores ganen mucho dinero con un cultivo antisocial como es el arroz, a costa de dar problemas a nuestros vecinos".

Ambos alcaldes anunciaron que "no descartan adoptar medidas contundentes para que, de una vez por todas, los ciudadanos puedan tener un verano tranquilo, sin mosquitos, que además también afecta a la actividad económica, muy especialmente al sector turístico que de la misma manera se ven muy afectados".

Desde hace más de ochos años, que este asunto es denunciado por estas fechas por los propios colectivos vecinales, como las autoridades de turno y los grupos de la oposición.