LA Unión Europea ha aprobado La Denominación Protegida "Mojama de Barbate" lo que permitirá que este producto lleve un sellito que impida falsificaciones. El jamón del mar, como se le llama a este producto, logra así un importante triunfo.

Es una nueva alegría de las que está dando a Barbate su industria gourmet que está logrando poco a poco que la ciudad sea ya para el exterior la catedral del atún, dando a esta población una imagen positiva, algo que le hacía falta a una localidad tan acostumbrada a los disgustos.

Creo que es necesario reconocer lo que han hecho un grupo de empresas de Barbate por prestigiar esta ciudad y relacionarla, cada día más, con productos de calidad en torno al mar. No sólo han aprovechado la magnífica materia prima de la zona, sino que también han sabido ponerle imaginación, lanzar productos novedosos que han conquistado el mercado.

No cabe duda de que el trabajo de firmas como El Campero, que está llevando a la ciudad a figurar en foros internacionales de la cocina o de conserveras como Herpac, La Chanca, Gadira o El Ronqueo merecen un reconocimiento porque están creando puestos de trabajo, atrayendo a gente a la ciudad y también proyectando una imagen positiva de la localidad, relacionándola con la calidad.

Sería injusto olvidar en todo esto a otro empresario que fue todo un innovador en la ciudad, Jesús Martínez, el creador de la firma La Barbateña, que inició toda esta revolución conservera y también reconocer el trabajo de los grandes clásicos, El Rey de Oros, que ahora parece que puede volver a funcionar, lo que sería también una gran alegría para el sector.

En Barbate se están haciendo hasta bombones con atún, gracias a la imaginación de otro clásico de la ciudad, la pastelería Tres Martínez y estoy seguro de que lo mejor está aún por venir.

Debo confesar que para mí las noticias buenas de Barbate puntúan el doble, porque creo que esta ciudad de la provincia ha sido especialmente sufrida. Parece que, por fin, el atún, está dejando riqueza en la zona y no todo se lo llevan los japoneses. El atún está llamado a ser el que cambie la suerte de esta ciudad, su tarjeta de presentación, y en torno a él puede girar su futuro. Es un animal con magia, capaz de recorrer por amor, para aparearse, miles de kilómetros sin parar. Esa misma magia es la que necesita la ciudad… dejarse amojamar. Enhorabuena Barbate.