"No hay ni judíos ni griegos; no hay ni esclavos ni libres; no hay ni hombre ni mujer", dice el apóstol San Pablo en una de sus cartas. No hay identidad, no hay etiquetas. Sólo fe. También lo dijo el Papa Francisco en una audiencia en el Vaticano: "Todos somos iguales a los ojos de Dios". Quizás ante los de Dios, sí; pero no ante los de la Iglesia.

La negativa por parte del Obispado a que Alex Salinas, un joven transexual de San Fernando, fuese padrino de bautismo de su sobrino ha provocado múltiples reacciones por parte de diferentes colectivos y asociaciones.

Así, la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) pondrá en conocimiento de la Fiscalía de Igualdad y contra los delitos de odio el caso de este chico "por si fuera constitutivo de delito".

"De nuevo la Iglesia excluye, discrimina y maltrata a las personas transexuales", señalan desde ATA. Aseguran además que la postura del Obispado "es un atentado contra los derechos fundamentales al excluir a una persona por su identidad sexual y de género".

En este sentido, el colectivo recuerda que cuando una persona realiza la rectificación registral de su nombre y sexo, esto no supone una pérdida de derechos como así lo indica la propia Ley 3/2007, de 15 de marzo, en su artículo 5.2, donde se especifica que "la rectificación registral permitirá a la persona ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición".

A juicio de ATA, el hecho de ofrecer a Alex la opción de ser padrino espiritual (que no formal) "es el colmo de la hipocresía, dado que no es considerado idóneo para apadrinar a su sobrino formalmente pero se acepta que lo haga desde la invisibilidad".

Por otra parte, desde la Asociación de Transexualidad Clínica de España han enviado un tweet a la cuenta del Papa Francisco cuestionándole acerca de la decisión del Obispado de Cádiz sobre el caso Salinas.

Asimismo, la federación andaluza de la asociación Arco Iris ha solicitado una entrevista con el obispo de Cádiz y Ceuta para "hacerle entender la discriminación que están cometiendo" y para que "dé marcha atrás", permitiendo que el transexual isleño sea padrino de bautismo de su sobrino.

Según explica en un comunicado Gonzalo Serrano, presidente de esta organización que lucha por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales, este hecho es un ejemplo de transfobia, de "miedo, incomodidad y rechazo irracionales hacia las personas transexuales basados en la ignorancia".

Para Arco Iris no tiene sentido que la Iglesia prohiba a un joven creyente y practicante ser padrino de bautizo "por no llevar una vida congruente con la fe", cuando el único dato que han tenido en cuenta es que en su partida de bautismo aparece como mujer y actualmente en su DNI su identidad es la de un hombre.

Arco Iris ha recordado que en 2003 la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Iglesia Católica, presidida por el anterior Papa Ratzinger, emitió un documento reservado donde afirmaba que los transexuales representan una "alteración patológica de la personalidad".

Sin embargo, la organización ha señalado que la postura del Papa actual ha cambiado respecto a la de su antecesor, ya que en enero de 2015 recibió en el Vaticano a un hombre transexual español y a su novia.

La asociación de padres con hijos de la federación Arco Iris ha hecho hincapié en que "la transexualidad no tiene que ver con una orientación sexual ni con una opción de vida determinada", sino que está relacionada con la propia identidad de la persona. De hecho -explican - se suele manifestar mucho antes, a los 4 ó 5 años, cuando la persona empieza a tomar conciencia de su identidad.

Por último, Francisco Ramírez, director del Observatorio Español contra la LGBTfobia (StopLGBTfobia), considera que "aunque legalmente este caso no puede ser denunciado como un hecho discriminatorio al regularse por la normativa interna de la Iglesia Católica", sí le parece que es "éticamente reprobable".

Ramírez entiende que la postura del Obispado de Cádiz es "muy incongruente" con los últimos posicionamientos del Papa Francisco respecto a la acogida de las personas homosexuales en el seno de la Iglesia Católica; y recuerda que recientemente dijo que un transexual es 'hijo de la Iglesia'.

Desde el Observatorio invitan al obispo de Cádiz y a la Conferencia Episcopal de España a que "reconsideren esta injusta prohibición", proponiendo concertar una reunión para "dialogar en este sentido y que triunfe la apertura y la inclusión en el verdadero mensaje del Evangelio en vez de una prohibición discriminatoria y caduca".