El niño de 9 años que resultó agredido el sábado pasado por unos perros en Paterna de Rivera evoluciona de manera favorable de las heridas que le produjeron dos canes, de la raza American Staffordshire, según confirmaron el alcalde de la localidad, Alfonso Caravaca, y vecinos de la calle Trébol, que aún ayer no se explicaban qué pudo pasar en la azotea de la abuela del pequeño.

Ahora es la Guardia Civil la que ha optado por abrir diligencias para aclarar lo que allí ocurrió a la vista de que han existido lesiones consideradas graves. De hecho, el pequeño agredido resultó con heridas en brazos, piernas, cabeza y cara, con especial atención a una de sus orejas.

La abuela, por su parte también se llevó varios mordiscos y arañazos, que le dejaron una herida que ha requerido 18 puntos de sutura, además de otras muchas magulladuras.

Ahora será el juez el que dictamine qué se hace con los perros que intervinieron en la agresión, que aún no se sabe con exactitud si han sido dos o tres. A ese respecto, el testimonio de una vecina de la calle Trébol indicaba ayer a este periódico que efectivamente, tal y como se decía en un primer momento, el niño de 9 años se acercó a los dos cachorros American Staffordshire y que fueron estos dos los que se abalanzaron sobre el pequeño, sin participación directa de la madre de estas crías.

Al parecer, la abuela, al oír los gritos de su nieto, subió rápidamente a la azotea en la que se encontraban los perros y lo primero que se le ocurrió fue lanzarse sobre el niño para arroparlo con su propio cuerpo, además de pedir ayuda a Lola, la madre de los cachorros. Ante la petición de auxilio, siempre según el testimonio de la vecina, Lola se metió en la trifulca defendiendo en todo momento al niño y a su abuela que estaban siendo agredidos por sus propias crías.

La abuela, con la intención de liberar a su nieto de sus atacantes, metió su brazo en la boca de uno de ellos, lo que le produjo la herida que posteriormente requirió los citados 18 puntos de sutura.

El juez tiene ahora en sus manos el futuro de los perros, que están ya desde el domingo en una perrera de Villamartín cumpliendo la consabida cuarentena, y sería también decisión del juez si los perros, tras el ataque, deben ser sacrificados.

Está por ver también si los perros contaban con todos los papeles en regla y con sus vacunaciones al día, así como habrá que aclarar si han existido episodios previos de violencia.

Fuentes veterinarias consultadas incidieron ayer en la potencial peligrosidad de esta raza, tanto en la raza pura como en sus cruces. "El que opta por cobijar en sus casas a un ejemplar de estos animales sabe a lo que se expone", según el veterinario consultado.

El niño agredido fue intervenido con éxito a primera hora de la mañana de este domingo en el centro de referencia de cirugía estética en Sevilla, el Virgen del Rocío, donde le fue reconstruida la oreja dañada.

El niño vive junto con sus padres en Alcalá de los Gazules pero suele pasar algunos fines de semana en la casa de su abuela, ubicada en la calle Trébol de la localidad de Paterna de Rivera.