La aparición del cadáver de un hombre con dos impactos de bala en el maletero de un coche en llamas en la periferia de El Puerto, a mediodía del pasado jueves, tomó ayer un nuevo giro tras conocer este periódico que el fallecido era Ángel Rodríguez Pérez, el presunto cabecilla de una red de prostíbulos que formaron parte de una investigación policial por explotación sexual y blanqueo, en el transcurso de la cual hubo 36 personas detenidas.

Ángel Rodríguez Pérez aparecía en esta trama como responsable de dos prostíbulos ubicados en la provincia (Oh Palace! en El Puerto y Platinum en Los Barrios) y de otro ubicado en Sevilla, el club Los daneses.

Ayer también trascendía que la compañera del fallecido había denunciado su desaparición hace varios días, hasta que finalmente este jueves aparecía el cadáver al final de la calle Palmera de Guadalupe, en la zona antes citada.

El nuevo delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, no aportó ayer ningún dato sobre el asunto al recordar que se encuentra bajo secreto de sumario. Sí pudo constatar este periódico que el cuerpo presentaba dos impactos de bala, por lo que se baraja que debió recibir los disparos en algún otro lugar, probablemente maniatado, antes de ser depositado en el maletero del vehículo Volkswagen en el que lo localizaron los bomberos cuando acudieron a sofocar las llamas, alertados por los vecinos.

El historial de Ángel Rodríguez en el mundillo de la prostitución es extenso. Ya en el año 2007 se convertía en noticia al recibir el negocio que regentaba en El Puerto, anteriormente llamado Oh Puerto!, licencia municipal para la ampliación del local de alterne pocos días antes de las elecciones municipales, durante el gobierno del independiente Hernán Díaz, dando origen todo ello a la llamada Operación Tequila, aún pendiente de juicio. Ya por entonces el local había sido escenario de varios tiroteos y reyertas y el propio Rodríguez Pérez, entonces gerente del local, aseguraba en declaraciones a este periódico haber pagado 42.000 euros para la "legalización" del local.

Años más tarde, en marzo del pasado 2013, una macrooperación policial contra la explotación sexual y el blanqueo desarticulaba una organización que explotaba a unas 400 mujeres en varias provincias andaluzas. En concreto en el prostíbulo portuense se detuvo a una docena de personas. Uno de los cabecillas de esta organización era Ángel Rodríguez, quien directamente se encargaba de gestionar los dos locales ubicados en la provincia de Cádiz y un tercero en Sevilla.

A raíz de aquella operación se cerraron los dos burdeles ubicados en la provincia de Cádiz, aunque el de El Puerto volvió a funcionar durante un corto periodo de tiempo algunos meses después, al parecer regentado por algunos antiguos empleados del local.

Ya en el mes de mayo de 2013, y ante la juez que llevaba el caso de la red de prostíbulos ilegales, el ahora fallecido aseguraba que su negocio era legal, sustentando esta certeza en la afirmación de que si no fuera así "los numerosos policías, guardias civiles y jueces" que habían frecuentado sus locales tendrían que haber detectado los delitos y deberían haberlos denunciado. Incluso Ángel Rodríguez llegó a protagonizar un incidente en los juzgados de Sevilla, amenazando a la jueza que investigaba el caso. No obstante, Rodríguez llegó a retractarse posteriormente de sus palabras en una posterior declaración, diciendo que no quiso señalar a nadie.

Esta macrooperación desarrollada en 2013 se producía después de tres años de investigaciones por parte de la Policía Nacional. Tras este golpe y el cierre de los locales de El Puerto y Los Barrios, se le embargó a Rodríguez una mansión que había adquirido en Sotogrande (San Roque).