Cuando la roteña Teresa Rodríguez inició su vida activista a los 14 años, no se imaginaba que acabaría reclamando gobernar Andalucía. Perteneciente a una familia comerciante sin militancia, los recuerdos de los aviones que partían de la Base de Rota a la Guerra del Golfo aún le abruman. Esta profesora de Secundaria ahora busca erigirse en secretaria general de Podemos en Andalucía y combatirle la Junta a Susana Díaz, su actual presidenta.

-Lo primero que quiere saber la provincia de Cádiz es qué va a hacer Podemos contra el paro.

-La situación de la provincia en particular es la periferia de la periferia. Las políticas industriales desarrolladas por PP y PSOE no se han preocupado de que tras la marcha de las multinacionales pudiera quedar un tejido productivo propio. Hay que desarrollar un sector productivo propio que no dependa del capital exterior, que dependa del sector público y que éste potencie la economía social. En la Bahía no se produce ni el pan, éste viene congelado y se mete en hornos en los pequeños negocios. Hay que priorizar los sectores en los que las cosas que produzcamos tengan un alto valor añadido. A largo plazo, nos garantiza una cierta autonomía.

-De toda su historia personal previa sale la actual Teresa Rodríguez que pide paso en Andalucía. ¿Qué opina del posible adelanto electoral?

-En el PSOE de Andalucía se ha implantado una costumbre de convocar elecciones justamente en el momento en que las encuestas le son más favorables. Por otro lado, hay una escenificación de la ruptura del pacto, una cierta parodia, que hoy por hoy no tiene elementos objetivos, según IU en particular.

-¿Cree que es el mejor momento para Podemos o hubiera sido mejor en 2016?

-Quien piense que una convocatoria anticipada de elecciones va a coger a Podemos con el pie cambiado es que no nos conoce. Nosotros surgimos en enero (del año pasado), en pocos meses tenemos la capacidad de conseguir 1.250.000 votos y en poquísimo tiempo tenemos un nivel de conocimiento y de apoyo por parte de la ciudadanía tal, como revelan distintas encuestas, que se sale de lo habitual. Esta comunidad autónoma es resistente a la derecha.

-También se habla mucho de las probables coaliciones. ¿Con quién podrían entenderse?

-Queremos romper la dinámica bipartidista. La oposición frente a PP y PSOE es más que nítida desde el principio. Por otra parte, están las coaliciones electorales, que siempre serán postelectorales, y se darán por consultas con el método del que nos hemos dotado, con quienes se inscriban en la voluntad de participar en una consulta.

-Pero esa hipotética opción no tendría que demorarse demasiado. La Junta podría caer en una situación de ingobernabilidad.

-Hay tiempo entre las elecciones y la formación de gobierno para hacer esa consulta y generar un debate social en torno a ello.

-¿Y qué hay de IU?

-Desde el principio de Podemos tendimos la mano a participar a otros partidos, incluido IU. Porque hay coincidencias programáticas. Ellos ahora se están aferrando al Gobierno de la Junta y entendemos que es un error pero la discusión programática y estratégica estará siempre abierta.

-¿Podemos quiere el poder a cualquier precio?

-Tenemos prisa por gobernar porque entendemos que ocurren dos cosas. En primer lugar, un desprestigio enorme de la política y de la posibilidad de cambiar la realidad. Y en segundo lugar, hay una situación de emergencia social insoportable. Entendemos que es necesario generar un cambio.

-¿Cómo asegura no convertirse en una mujer de partido?

- Mi vida política será limitada. La política no es una profesión, es una dedicación que un ciudadano hace durante un tiempo limitado. Estar tanto tiempo anestesia y las cosas tienen que dolerte. El compromiso no va más allá de dos legislaturas.

-¿No está cayendo la formación en una excesiva burocracia?

-Es un peligro serio de cualquier organización política. Siempre hemos dicho que era necesario ponerse vacunas y lo hemos hecho.

-¿Estaría usted preparada para un 22-M?

-Estamos preparados para cuando haga falta. Es nuestro mejor momento. Estamos contentos por poder plantear ya la posibilidad de una alternativa.