El inicio de la pesca en aguas marroquíes no está aún claro para una parte del sector que se beneficia del acuerdo de la UE y Marruecos, fundamentalmente el de cerco, que no ha pagado aún las licencias para acudir al caladero a causa de la "incertidumbre" que genera el hecho de que algunos detalles técnicos todavía no se han cerrado.

Estos detalles técnicos, como el uso de luces para faenar por la noche, la selección de un tercer tripulante marroquí de una lista cerrada por Marruecos o las cinco licencias que permitirán faenar más lejos, no serán previsiblemente resueltos hasta mediados de septiembre, cuando está fijada la reunión de la comisión mixta que tiene que solucionar estos "flecos" que quedaron pendientes en el acuerdo.

"Llevamos mucho tiempo esperando y ahora no podemos ponernos nerviosos. No podemos tirarnos a una piscina sin agua", comentó ayer Tomás Pacheco, presidente de la Asociación Barbateña de Empresarios de Pesca (Abempe).

Pacheco es uno de los armadores de los 20 barcos de cerco andaluces que se benefician del acuerdo pesquero de la UE y Marruecos y que aún no ha querido abonar la licencia que, en un principio, les permitiría ir al caladero marroquí al inicio de agosto. La mayor parte de los de palangre, otro 25 barcos andaluces, si ha hecho efectiva ya el pago de la licencia.

El patrón mayor de la cofradía de pescadores de Barbate, Alfonso Reyes, también explicó ayer, por su parte, que los cerqueros no tienen previsto abonar las licencias para pescar en aguas marroquíes hasta que se resuelvan los "flecos pendientes" del acuerdo.

Reyes coincidió en señalar que las licencias se están tramitando, pero que hay una serie de flecos que quedan por ultimar. "No sabemos en qué condiciones vamos a ir. No sabemos en qué fecha se reunirá la comisión mixta UE-Marruecos que tiene que resolver sobre cuestiones como el uso de las luces durante la noche o a las descargas", dijo.

Tampoco conocen los pescadores la fecha exacta en la que podrán comenzar a faenar en Marruecos los pesqueros, tanto cerqueros como palangreros, añadió Alfonso Reyes.

La salida tendrá lugar una vez que les llegue la contestación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y la correspondiente licencia. Reyes espera que esto ocurra "cuanto antes", si bien indicó que la fecha podría retrasarse para los cerqueros en la medida en que, en principio, los armadores no abonarán las licencias hasta conocer exactamente las condiciones de pesca.

A la "incertidumbre" de volver al caladero marroquí sin que todos los detalles técnicos del acuerdo estén cerrados se ha sumado el malestar que ha creado en el sector el hecho de que Capitanía Marítima, del Ministerio de Fomento, les exija la instalación en sus navíos de un nuevo equipo de onda media, que puede costar entre 6.000 y 12.000 euros.

"Estamos buscando una exención de esto, por lo menos hasta que se genere dinero, porque no estamos en condiciones de pagarlos. Llevamos un año nefasto y ahora hay que hacer frente a las licencias y preparar los barcos para ir a Marruecos", señaló Tomás Pacheco.

Durante una visita a una instalación de acuicultura de Puerto Real, la consejera andaluza de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, dijo ayer que el sector, fundamentalmente el de cerco de Barbate, "tiene que pensárselo, tiene que decidir".

"Apoyaremos al sector en aquello que crean que sea lo más beneficioso", precisó la consejera tras explicar que es el Ministerio del ramo el que, con la UE y con Marruecos, tiene que resolver los aspectos pendientes. Víboras espera que todo se solucione y que "la primera semana del mes de agosto" los barcos andaluces puedan comenzar a pescar en el caladero marroquí.

"Espero que ya no se demore más", ha añadido tras incidir en que el sector "ha tenido mucha paciencia" esperando el nuevo acuerdo, que llega "como agua de mayo" porque "lo está pasando bastante mal".

Tomás Pacheco cree que, al final, cada armador decidirá en función de sus posibilidades económicas, y de la "incertidumbre" que le ocasionen los detalles técnicos pendientes, si se hace a la mar o aguarda alguna solución.