Provincia de Cádiz

Derechos Humanos lanza un grito de dolor tras una semana negra de pateras

  • La Apdha llama a manifestarse hoy en Cádiz, Puerto Real y El Puerto contra las nuevas políticas de rechazo al inmigrante

El drama humano y el dolor no deberían soportar récords ni ránkings. Sin embargo, resulta inevitable referirse a la semana pasada como a una semana negra, una de las más trágicas de los últimos tiempos que se han vivido en las costas andaluzas y canarias y en los mares que las bañan. Nada menos que 45 personas perdieron la vida en siete días. Nueve eran niños de apenas unos años. Murieron de la peor manera que puede concebirse: de sed y de hambre a bordo de una embarcación atestada de cadáveres. Luego fueron arrojados por la borda delante de sus propias madres.

Ante este dantesco panorama, la Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), ha manifestado su dolor y su solidaridad con los familiares de las víctimas y llama a la ciudadanía a participar en las tres concentraciones que ha convocado para las 19:30 horas de esta misma tarde en las plazas de los Ayuntamientos de Cádiz, El Puerto y Puerto Real.

Se trata de expresar la más enérgica repulsa e indignación hacia una tragedia que no cesa, de la que Derechos Humanos hace también responsables "a las políticas europea y española de control y rechazo de inmigrantes". Los últimos episodios han sido la aprobación de la directiva comunitaria de retorno, también llamada "directiva de la vergüenza" y los planes del Ministerio de Trabajo e Inmigración que encabeza Celestino Corbacho, consistentes en repatriar a los inmigrantes en paro y en segregar de las escuelas a los niños extranjeros con dificultades de integración social, en principio en Cataluña.

Los siete días negros arrancaron el pasado lunes siete de julio, con la desaparición de 14 inmigrantes frente a la costa granadina, a pocas millas de Motril. Una ola de cuatro metros hizo que la zodiac volcase, justo cuando iban a ser rescatados por Salvamento Marítimo.

Cuando aquello estaba sucediendo, los 48 inmigrantes que navegaban por el Mar de Alborán a bordo de una patera- familia, ya habían visto perecer a los más débiles y habían designado quienes tendrían que afrontar la inhumana tarea de arrebatar los cuerpos a sus madres para lanzarlos al mar. En la cómoda orilla andaluza sólo tendríamos constancia del drama tres días después, un nefasto 10 de julio. Difícilmente podrán olvidarse las caras desencajadas de esas madres que se atrevieron a emprender un arriesgadísimo viaje en busca de un futuro mejor a este lado del Estrecho.

Un día después, el pasado 11 de julio, la crónica negra de la inmigración clandestina ponía el foco en La Gomera. Un cayuco con 59 personas llegaba a la isla canaria con cuatro cadáveres a bordo. Otros dos fallecerían en los días siguientes, después de que algunos de los supervivientes confesasen que durante el viaje hubo otras once bajas. Diecisiete víctimas mortales en total.

"Se volverá a hablar de mafias, del mal tiempo, de lo insensato de quienes lo intentan. Pero, por más que lo hayamos reiterado tantas veces, es preciso volver a denunciarlo: para la Apdha estas muertes son la consecuencia de unas políticas migratorias europeas, siniestras y crueles, que atentan gravemente contra la vida de las personas y contra los derechos humanos", afirma el colectivo a través de un comunicado.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía considera imprescindible "un giro en profundidad" de las políticas migratorias española y europea "de "rechazo y control de fronteras", tendentes a "evitar de la emigración forzosa", añade la organización de defensa de los derechos civiles en otro comunicado.

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