Empleados de la empresa Zanona, que explota el hotel Fair Play y el campo de golf de Benalup, participaron ayer en una manifestación ciudadana que partía del Consistorio a las diez de la mañana y que culminó a las puertas de estas instalaciones hoteleras, ahora cerradas. Llegaron a ser 106 trabajadores, que tras un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), se quedaron en 61, y de los que Manuel Alejandro Cabrales, que realiza labores de mantenimiento, es el único personal para el hotel y el campo de 18 hoyos.

Estos empleados tienen problemas de impagos de hasta siete nóminas y han sufrido despidos, dados los problemas económicos en los que está inmerso este establecimiento, ahora en concurso de acreedores. Tan mal se presenta el panorama, que el establecimiento pretendía abrir sus puertas el pasado mes de febrero, y a día de hoy siguen cerradas sus 80 suites.

Tras una pancarta en la que se podía leer En defensa de nuestros puestos de trabajo y salarios, y portando un féretro que representaba la muerte del establecimiento hotelero, estos trabajadores reclamaron durante su recorrido las nóminas que se les adeudan, y que en muchos casos ha provocado ya problemas a estas personas. A varios empleados del equipo de mantenimiento, guardería y comercial, se les hicieron abonos de 800 euros el pasado mes de febrero, una situación que el resto del personal entiende como "un intento de dividir a los empleados".

Por su parte, la alcaldesa de Benalup-Casas Viejas, Amalia Romero Benítez, trasladó el apoyo del Ayuntamiento a estos trabajadores y recordó que el pleno de la Corporación aprobó el pasado 26 de febrero una declaración institucional en la que se expresó el apoyo del Ayuntamiento para evitar por todos los medios legales el cierre definitivo de las instalaciones.