Más delgado, más canoso y con mayor respaldo interno. Así afronta Manuel Cárdenas su segunda etapa como coordinador provincial de Izquierda Unida (IU), una etapa iniciada en la asamblea del pasado fin de semana y en la que este partido busca incrementar su presencia en las instituciones públicas y colaborar en solucionar las actuales diferencias sociales agravadas por la crisis económica.

-Su candidatura fue respaldada en la asamblea provincial de IU con un 91% de los votos. Podría decirse que, poco a poco, se van pareciendo ustedes al PP...

-No, no, no. De parecernos al PP, nada de nada. Sí es verdad que en la asamblea provincial se demostró mucha cohesión interna, pero lo veo lógico después de estar cuatro años trabajando por la integración y aportando todos sin exclusiones. Todo esto se produce además en el marco de una asamblea federal en la que Cayo Lara fue elegido con el cien por cien de los votos. Es cierto que esto no es habitual en la izquierda pero no quiere decir que haya una uniformidad ideológica en IU, ni mucho menos. Creo que en mi partido estamos entendiendo los tiempos que nos está tocando vivir y nos estamos situando al nivel de exigencia que la gente nos demanda.

-¿Y que le ha pasado a los críticos de IU? ¿Están amordazados o es que han desaparecido?

-Nada de eso. Lo que pasa es que IU es una formación cada vez más de izquierdas y cada vez más plural. Y eso no es casual porque para eso tiene que trabajar todo el mundo, como así ha sido. Es que siempre va a ser más lo que nos una que lo que nos separe.

-¿Qué siente usted cuando ve o lee las encuestas que apuntan, por lo general, a una subida en intención de voto para IU? ¿Siente satisfacción, respeto, vértigo, impaciencia por que lleguen unas nuevas elecciones?

-Creo que si en IU nos centramos en las encuestas y nos olvidamos del sufrimiento que hoy padecen muchos ciudadanos, estaremos perdidos. Lo que dicen las encuestas es una constatación de que las políticas que han representado todos estos años el PP y el PSOE nos han llevado a la ruina y de que la gente ha entendido que hay una formación como IU que busca cambiar la sociedad, que se preocupa de la gente y que cuando tiene que asumir responsabilidades, como sucede ahora en Andalucía, lo hace sin miedo y lo hace bien. Nosotros queremos convertir las buenas expectativas de IU en realidad. Pero eso será cuando llegue el momento, no ahora.

-Me imagino que IU tendrá un doble reto: impedir que gobierne la derecha y superar al PSOE como fuerza de izquierdas. ¿Son compatibles ambos objetivos?

-Son compatibles y son legítimos, pero no son objetivos que se puedan conseguir con análisis teóricos, sino con la práctica. Por eso en IU hemos entendido que el gobierno de una institución también es un medio para cambiar la realidad, como lo es también la movilización social que, por cierto, nosotros siempre hemos defendido y siempre defenderemos. Un año después, pienso que poca gente no entiende aún las razones por las que IU entró en el Gobierno andaluz. Lo hicimos porque el PSOE, tras 30 años de políticas continuistas, estaba llevando a Andalucía a donde la estaba llevando y porque las políticas del PP son despidos y privatizaciones. Hoy nadie duda de la capacidad de IU para ser una fuerza decisiva en Andalucía, con un cambio de políticas claramente más a la izquierda.

-¿Pero usted ve realmente a IU en condiciones de ganarle unas elecciones al PSOE en la provincia de Cádiz o en Andalucía?

-IU puede ganar en votos al PSOE, pero ese no es nuestro objetivo. Claro que trabajamos para ser el partido hegemónico de la izquierda, porque queremos ser el referente de la clase trabajadora. Pero nuestro reto es transformar la sociedad, aplicar una política activa que combata a los que acumulan riquezas, a los grandes poderes reales. Si seguimos situando el eje de la acción política de IU en torno a si PSOE sí o si PSOE no, seguiríamos en el mismo error de siempre.

-¿Cree que la ciudadanía ha entendido las medidas contra los desahucios que IU ha impulsado desde el Gobierno andaluz?

-La respuesta de la ciudadanía ha sido magnífica, porque ha visualizado que la política sí sirve para ocuparse de los verdaderos problemas de la gente. Es más, creo la nueva normativa está teniendo un efecto indirecto porque ha generado tal corriente de opinión que a medio plazo hasta las entidades financieras van a cambiar sus criterios y sus formas de actuar al respecto. Ahora hay que consolidar esta iniciativa pero también plantear la función social de la tierra. Queremos que el Gobierno andaluz disponga medidas que permitan a los municipios poner en valor tierras que no produzcan a través de la agricultura. Empezaríamos por las tierras públicas, que tienen que estar al servicio de los pueblos y de la economía social. Porque no hay otra forma para reducir drásticamente el desempleo en la Andalucía interior.

-Cuatro de los siete alcaldes que logró IU en 2011, usted entre ellos, ya no están en el cargo. ¿No supone eso un riesgo?

-Yo no veo riesgo alguno. Es más, nuestra única duda radica en conocer por cuánta diferencia vamos a ganar en esos municipios. Los relevos de alcaldes, que se han producido por causas muy diversas, tienen dos elementos positivos: se demuestra que el proyecto de IU está arraigado donde gobernamos y los cambios se han hecho con margen suficiente para que la gente tenga tiempo de visualizar a nuestros nuevos referentes.

-¿Tanto le ha presionado el PSOE a IU para que el alcalde de Puerto Serrano termine dimitiendo tras su condena por privatización?

-No osará el PSOE decirnos lo que tenemos que hacer con nuestros cargos públicos. Yo no se lo permitiría ni al PSOE, ni a otros partidos. Pedro Ruiz, a quien le tengo mucho cariño y admiración, no ha dimitido por esa sentencia. Ha dejado el cargo tras 22 años por cuestiones personales y nosotros sólo podemos respetar su decisión.