La Guardia Civil ha detenido a dos individuos, Bruno M. G., de 44 años, y a José Carlos S. R., de 34, como supuestos autores de un delito de lesiones tras participar en la paliza que un grupo de porteros de la discoteca Ícaro, en Conil, propinó a dos jóvenes clientes del local en la madrugada del sábado 20 de agosto al domingo 21, según informaron ayer fuentes del Instituto Armado.

Los hechos fueron denunciados por los dos jóvenes agredidos, los portuenses Vicente S. y Efrén V., de 30 y 32 años de edad. Según su versión, que coincide con la de algunos testigos, salían del local a las seis de la mañana cuando, tras un rifirrafe con los porteros a cuenta de un botellín de cerveza que Vicente llevaba consigo, ambos fueron golpeados de forma brutal por más de diez personas de la plantilla de la discoteca. 

Vicente S. sufrió una brecha en la cabeza que requirió una sutura con 12 grapas en el ambulatorio de la localidad. Efrén V. fue operado pocos días después del suceso, en Sevilla, de una fractura compleja en la mandíbula de la que todavía se recupera.

La Guardia Civil, tras las primeras investigaciones, ha detenido a Bruno M. G., uno de los dos vigilantes de uniforme de la empresa Escualo Seguridad que prestaban servicio en la discoteca en la noche de los hechos. Entiende que el guardia de seguridad privada golpeó a Vicente S. con su defensa reglamentaria, con la que le produjo lesiones en la cabeza. En el caso de José Carlos S. R., la Guardia Civil aprecia que fue el autor de los puñetazos que partieron la mandíbula a Efrén V. 

Los dos agredidos sostienen en sus denuncias que los porteros de la discoteca Ícaro utilizaron porras extensibles y puños americanos, equipamiento prohibido, para ensañarse con ellos. La Guardia Civil no verificó ayer este extremo, que el gerente del negocio ha negado tajantemente.

Tampoco informó sobre la disponibilidad o no de las grabaciones de la cámara de seguridad de la discoteca. El gerente de Ícaro aseguro, en primera instancia, que un problema informático había impedido la descarga del archivo que contenía las imágenes de la noche de los hechos. Varios días después informó de que sólo había conseguido obtener algunos fotogramas de la pelea en los que se apreciaba la actitud beligerante de los denunciantes.

Los dos detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado número 2 de Chiclana. Ayer, el titular de este Juzgado estuvo reunido con agentes de la Guardia Civil para analizar la práctica de nuevas diligencias en una investigación que aún está en marcha.

En las denuncias presentadas el 25 de agosto y el 31 de agosto (la de Efrén V., que se personó ante la Guardia Civil tras salir del hospital), los jóvenes sostienen que fueron agredidos de forma brutal por más de diez porteros de la macrodiscoteca. Los dos participaban en una despedida de soltero. Según el relato de Efrén V., un portero intentó arrebatar a su amigo un botellín de cerveza que llevaba de forma brusca y, al ver que éste lo sujetaba insistiendo en que se lo iba a beber, sacó una porra y le golpeó la cabeza. A partir de ese momento, asegura, se desencadenaron las agresiones mientras decenas de personas que estaban en la plaza reclamaban a los porteros que parasen. "La gente estaba viendo que aquello no era una pelea, que sólo estábamos recibiendo golpes nosotros", relató el portuense a este medio hace dos semanas.

El encargado de la discoteca Ícaro y el responsable de Escualo Seguridad aseguraron también en declaraciones a este medio que los porteros y guardias de seguridad actuaron en "legítima defensa". El gerente del local argumentó que Vicente S. se hizo la brecha de la que tuvo que ser atendido "al caer y golpearse contra el quicio de la puerta del local".