Cultura

Rafael Marín retrata de una forma entre real y ficticia a su amigo Juan J. Téllez en 'El niño de Samarcanda'

  • También presenta 'La ciudad enmascarada', una obra de terror que transcurre en los carnavales

El escritor y guionista gaditano Rafael Marín acaba de publicar dos libros. "He tenido gemelos" -bromea-, "aunque no se parecen en nada, ". Y esta tarde los presenta en sociedad, en el seno de la Feria del Libro, en un acto que da comienzo a las 18.30 horas.

El primero de ellos, El niño de Samarcanda, es una especie de retrato "entre ficticio y verídico" de alguien a quien quiere mucho. Un amigo de la adolescencia, precisamente el presentador de su libro, Juan José Téllez. "Téllez es de esas personas a quien todos conocen, de los más grandes de la vida y como tal lo he convertido en un personaje literario", puntualiza Marín.

En las doscientas páginas que ocupan esta historia habla de su infancia en Algeciras, su primer exilio a Cádiz, capítulos de la adolescencia, sus vivencias de la transición, de la muerte de su padre o el descubrimiento de la literatura, amigos y la poesía, hasta desembocar en la mayoría de edad, cuando regresa a Algeciras. Una historia que comenzó como un cuento "que le mandé y le gustó" y con el que finalmente continuó y continuó hasta convertirla en esta semi biografía del querido periodista y escritor gaditano, a quien conoció cuando juntos hacían la publicación Jaramago.

La segunda de sus creaciones literarias, La ciudad enmascarada, le ha costado más tiempo concebir. "He tardado 35 años en escribirlo". Y es que allá por el año 78 ya rondaba por su cabeza la idea, "aunque necesitaba más experiencia y capacidad literaria para llevarla a cabo". La obra transcurre en los carnavales de Cádiz, en medio del ambiente festivo propio de la fiesta, pero con una historia antropológica y de terror como telón de fondo. Concretamente trata la vida de un ex poeta y profesor retirado que se ve imbuido en un tira y afloja de cultos aparentemente satánicos. El culto al dios Melkart o el sacrificio de niños en su nombre entran y salen en una trama hilada en varias historias que, aunque no lo parecen, "están interconectadas y transcurren tanto en Cádiz, como en una penitenciaría de EEUU o Madrid".

El objetivo de Rafael Marín ha sido "contrastar la alegría de la fiesta con la parte tenebrosa que también tiene la ciudad", asevera. Y es que muchos de los mitos que toca en La ciudad enmascarada también figuran en las fuentes documentales que ha consultado para poner en pie esta obra de ficción. "Cada uno que se quede lo que más le interese", asevera. Presenta el libro el dibujante Antonio Romero.

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