Si el Espárrago Rock se replantó en Jerez tras brotar en Huétor Tájar, Granada, ¿por qué no el festival Creamfields Andalucía podría desplazarse de El Ejido, Almería, y arraigar en la ciudad del vino el próximo verano? Según ha podido saber este periódico, las negociaciones prácticamente no han hecho más que comenzar, con la presentación oficial del proyecto al Ayuntamiento -grupos municipales incluidos- y poco más, pero Jerez está ante la posibilidad de ser sede nacional, en el fin de semana del 12 al 14 del próximo agosto, del macrofestival de dance y música electrónica internacional más importante del mundo. Esto no significa sólo albergar un evento cultural de primer nivel para un sector de público muy concreto, sino un importante foco de atracción turística, de dinamización económica en una época en la que Jerez cede el protagonismo al litoral de la provincia y, por supuesto, de promoción de la ciudad. La última edición del Creamfields, celebrada el pasado agosto entre invernaderos próximos a la agreste playa de Guardias Viejas, volvió a ser un éxito de público, pero a sus promotores no les termina de convencer ni el emplazamiento, ni las instalaciones, ni los accesos.

Y aquí surge la opción de Jerez, que vuelve ser puesta sobre la mesa por Francis Cubero, el que fuera organizador del Espárrago Rock y uno de los hombres que puso a la ciudad en el mapa de los grandes festivales de música en Europa. De hecho, tirando de hemeroteca, Cubero llegó a sostener que el circuito de Jerez "es el mejor espacio en nuestro país para celebrar festivales, si lo comparamos con los otros lugares donde se celebran este tipo de acontecimientos culturales". "Es uno de los mejores entornos, tanto la ciudad como el entorno costero, lo que contribuye, sin duda alguna, al éxito", dijo entonces el promotor del Espárrago, lo que probablemente habrá influido, según ha podido confirmar este periódico, para que ahora se plantee regresar y levantar el sugerente proyecto Creamfields Andalucía en la ciudad.

Según el dossier del festival, que incluye las estimaciones para su edición de 2011, el objetivo es alcanzar los 36.600 asistentes durante un evento de casi dos días de duración. En 2010, se contabilizaron en El Ejido más de 23.000 personas, aunque "dado el éxito de la anterior edición, la mejora del recinto, y la mayor cobertura mediática, se esperan superar los 30.000 asistentes", que se incrementarían en varios miles más si se cuenta también con el personal de la organización, acompañantes y medios de comunicación. Con un gasto promedio por persona estimado en 100 euros y una estancia aproximada de dos días, Creamfields Andalucía "está destinado a convertirse en un elemento dinamizador de la economía local aportando un impacto económico en la zona estimado de 3.665.000 de euros", según los estudios de la organización.

Surgido en Liverpool a finales de los 90, en los últimos cinco años más de tres millones de personas han pasado por eventos Cream en todo el mundo. Creamfields Andalucía cumplió en 2010 siete ediciones -con una media de 30.000 espectadores- y sus promotores lo definen como "una propuesta innovadora que lleva a la costa andaluza, en plena temporada alta, un festival con la mejor música electrónica internacional. Se dirige principalmente a un público joven nacional y extranjero; urbano e innovador; seguidor de las últimas tendencias en música, moda y tecnología; y de clase media y media-alta". El 78% de los asistentes acude a la zona para asistir al festival aunque finalmente terminan pernoctando una media de dos noches. El alto valor turístico de la iniciativa, por tanto, ha propiciado que Andalucía Turismo, dependiente de la Junta, haya venido apoyando el festival. Otra muestra del vigor y repercusión de un evento que ahora podría pasar a celebrarse en el circuito.