La historia de dos vigilantes de parking que terminan entablando una relación a partir de los mensajes que se dejan entre turnos le ha servido al realizador Juanjo Giménez (Barcelona, 1963) para conseguir, el pasado domingo, la Palma de Oro al Mejor Cortometraje en Cannes.

Giménez añade su nombre al de Luis Buñuel (presente en su discurso de agradecimiento) como los dos únicos españoles en obtener el máximo galardón del palmarés francés. El aragonés, en 1961 con Viridiana; y el catalán, en 2016 con su Timecode. Una trama que surgió "a partir de una experiencia personal, cuando trabajaba en una multinacional -comenta Juanjo Jiménez al teléfono-. En ese ambiente, se dan secretos que suceden en horas de trabajo y que nadie debería saber. En este caso, este secreto que comparten ambos queda al descubierto y ese es el meollo del corto, del que no quiero destripar mucho, aunque tampoco es algo que ya me preocupe demasiado..."

La originalidad del relato en Timecode está también en la importancia de la danza para contar la historia. Giménez reconoce que una de las motivaciones a la hora de desarrollar un proyecto es el aprendizaje, el poder "ponerme en situación y hacer cosas que no conozco e ir aprendiendo a la vez que hago la película, y muchos de los que trabajan conmigo piensan igual, claro -comenta-. En este caso, trabajar con bailarines ha sido toda una experiencia, por la conciencia especial que tienen de su cuerpo, son muy disciplinados y aportan cosas que muchos actores adquieren con la experiencia de años".

Esta curiosidad esencial fue también la que lo empujó a acercarse al mundo del boxeo en Esquivar y pegar, el largometraje documental con el ganó la Caracola en esta especialidad en la 41 edición de Alcances, en 2011. Juanjo Giménez también acudió al festival gaditano en 2014, donde estrenó otro documental en formato largo, Contact Proof : "Este premio en Alcances -indica al respecto Giménez-, terminó ayudándome mucho en mi carrera, además de los ánimos que siempre nos ha dado el director de programación del encuentro, Javier Miranda".

Una participación que demuestra que, aunque como realizador haya manifestado una especial predilección por el formato corto, que Giménez considera clave en el devenir del cine, "eso no quiere decir que no pueda lanzarme a otros formatos y ojalá pueda seguir haciéndolo -explica-. He hecho numerosos cortos a lo largo de toda mi carrera, incluso más como productor que como director. Muchos de ellos han funcionado muy bien, y en momentos muy difíciles de mi trayectoria me han ayudado a seguir adelante, así que es un palo al que le tengo mucho cariño".

Aunque, al igual que ocurre en literatura, quien se especialice en formato corto tenga que seguir escuchando aquello de "Y, ¿para cuándo el largometraje?": "El día en que esto no suceda, algo habremos ganado -comenta-. De momento, no hay más remedio que seguir escuchándolo. Desde luego, aún no he escuchado a un realizador de largo formato justificarse por hacer siempre lo mismo".

De hecho, el proyecto que Juanjo Giménez tenía entre manos cuando Timecode fue seleccionado para esta 69 edición de Cannes era otro corto, "aunque ahora haya quedado un poco a la espera".