La esencia de la historia reciente de Cádiz se concentra en el claustro de exposiciones de Diputación de Cádiz. Una historia contada en imágenes -en 152 fotografías- y por las palabras de dos de sus autores, los "supervivientes", como ellos mismos denominan de la tertulia fotográfica Balaustrada, que acaba de cumplir 30 años.

Juan Luis Parrilla y José Luis Otero narraban así ayer a este medio, de forma previa a la inauguración de la muestra, los comienzos de un proyecto que arrancó nada menos que en la buhardilla del Teatro Falla. En ese mismo rincón expusieron su primera muestra, allá por 1985, con alguna fotografía de por entonces sus compañeros de batalla, los títeres de la Tía Norica. Desde entonces hasta ahora, han pasado ante los objetivos de sus cámaras muchas escenas de la vida cotidiana de la ciudad, de sus gentes, sus barrios, su mermada industria, sus viviendas, infraviviendas, sus fiestas, tradiciones, rincones recónditos y otros mundialmente conocidos. Cádiz por tierra, mar y aire, como ellos mismos explican en un interesante recorrido que han planteado cronológicamente, de forma paralela a cada una de las exposiciones que han realizado en numerosos espacios expositivos de Cádiz y la provincia.

Así, entre las decenas de imágenes exquisitamente seleccionadas, figuran las de dos de sus proyectos más emblemáticos, las del mítico álbum Cádiz 3000 años de historia, que contenían cromos con imágenes de Cádiz que los niños de aquel año 1986 intercambiaban en la calle, y el de un audiovisual artesanal que exhibieron precisamente en el patio de Diputación, donde hoy protagonizan esta antológica.

Cádiz, pentagrama de la luz se titulaba aquella proyección "que llenó durante dos días el patio de de Diputación", recuerda Juan Luis Parrilla. "Nos costó mucho trabajo, improvisamos con medios caseros, aparte de dos proyectores usamos fiambreras que sirvieron para dar impulso para mover los carros", rememora él y José Luis Otero, que junto a José Manuel Aranda y Theo González integran actualmente Balaustrada, por la que han pasado una veintena de fotógrafos.

Entre los cuatro firman las imágenes de una muestra realizada mayoritariamente en analógica, pues hasta 2004 no adquirieron su primera cámara digital. Entre los cuatro y Lauro, un queridísimo compañero de Balaustrada que murió en accidente de tráfico en los años 90. La antológica pasa así por un bonito homenaje a este "genio", como le dicen sus amigos, con imágenes suyas salpicando todo el recorrido.

"Sus fotografías son distintas". Obra de un artista que además de fotógrafo era escultor. Muchas de sus instantáneas, realizadas hace décadas, podrían protagonizar hoy las páginas de importantes revistas de fotografía. Una especie de visionario cuya huella queda bien latente en un recorrido con muchas imágenes premiadas, recuerdan sus autores.

Entre ellas, las de un niño pequeño disfrazado, una de las pocas fotografías que recoge la fiesta por excelencia gaditana, el Carnaval. "No tenemos mucho de la fiesta".

En cambio, dedicaron una muestra a la Semana Santa, con la que se inauguró el Centro Cultural La Viña, una de las sedes por las que pasó la tertulia Balaustrada. "Vino incluso una ministra a inaugurarla", a la que le regalaron un álbum que también exhiben en una vitrina que integra la tercera parte de la exposición, en la que se recogen desde material de trabajo desde la década de los 80, "con carretes, cámaras antiguas, proyector, el álbum Cádiz, 3000 años de historia, el libro que editaron y el logotipo que el mismo Lauro hizo en escultura".

Otro de los puntos neurálgicos del recorrido son los dedicados a los barrios de Cádiz. La Viña, el Pópulo y La Laguna fueron retratados por sus autores a finales de los 80 y principios de los 90, reincidiendo en el Pópulo el pasado 2013, con imágenes actuales que se enfrentaron a las de aquel Pópulo más decaído en su estética, pero igualmente bullicioso en el sentir de sus gentes.

También recogen las fotografías de su muestra Otoño fotográfico, que tuvo lugar en el Colegio de Arquitectos; trabajos sobre el Fit, y otros para promocionar la ciudad en Brest, ciudad francesa con la que se hermanó Cádiz. Imágenes de una ciudad transformada en algunos aspectos, y por la que no parece pasar el tiempo en otros, que contrastan con otras más actuales que forman parte del final del recorrido, ya en el patio. "Son imágenes de cada uno de nosotros, escogida libremente". De viajes, mujeres, niños, mayores... escenas de un Cádiz de hoy y de ayer, según Balaustrada.

Fotografía Claustro de exposiciones de la Diputación de Cádiz, Hasta el 8 de marzo.