El dibujante vasco Ángel Unzueta es uno de los artistas españoles que durante años, tras sus prometedores comienzos a mediados de los 90, llegando a ganar el premio al mejor cómic del año por su serie sobre Neck y Cold, se tuvo que ganar la vida trabajando para la indusria americana, principalmente DC y Marvel, es decir, superhéroes. De hecho, de Titans llegó a hacer una decena de portadas y fue artífice del relanzamiento de Flash. Pero cuando uno habla de la industria del cómic americano no está haciendo una metáfora: "El cómic americano paga muy bien, te ilusiona dibujar los personajes que has segudio en tu infancia, pero es un tren de montaje y tú te encargas de poner un tornillo. Un tornillo importante, sí, pero un tornillo. No controlas el producto", explica Unzueta unas horas antes de presentar en Cádiz (hoy, 18,30, Casa de la Juventud) su cambio de registro.

Ese cambio de registro se llama Reliquias, que ya es un best seller en Francia y Bélgica y que ahora lanza Panini, una editorial que hasta ahora tenía su foco en los superhéroes y que ahora se abre a la novela gráfica de autor. Con la elección de la obra de Unzueta y del guionista Koldo Azpitarte, un comiquero que se gana la vida con la medicina, Panini apuesta a un valor seguro a la vista de los resultados en Europa, que son un magnífico barómetro para el creciente y cada vez más maduro mercado español: "Trabajar con Koldo es sencillo porque tiene grandes dotes como escritor y sus conocimientos del medio son incluso mayores que los míos y, aunque no se percibe su olor a cloroformo, siempre le puedes llamar si te duele algo", bromea Unzueta.

La idea nace de la necesidad del dibujante de dar un salto "a un mercado donde se puede controlar la manufactura de tu trabajo, estar en todo el proceso". El trabajo de dibujo ha sido arduo, unos nueve meses por álbum "y espero que el público aprecie que te puedes detener en cada una de las páginas".

A la hora de escoger la temática, que se desarolla en la Edad Media con el protagonismo de un antiguo cruzado y unos monjes dominicos, Unzueta asegura que "desde el primer momento pensamos que una historia de estas características tendría mucho potencial en el mercado francés, por lo que empezamos con una larga tarea de documentación". No se equivocaron. La editorial Glenat compró la idea y su salida a la venta supuso un acontecimiento. Una vez más, autores españoles pasando antes por el filtro europeo. "Quizá dentro de un tiempo se cambie esta tendencia, pero mientras tanto las editoriales españolas publicarán a españoles cuando antes hayan pasado por los mercados europeos. Es cierto que se está abriendo el campo y hay sellos que ya barajan trabajar en España directamente con autores de aquí, pero éste es un hecho todavía minoritario".