A veces sólo con las ganas y el esfuerzo de una persona sus sueños pueden materializarse. Como ejemplo, un nombre propio: Rafael López Porras.

Guitarrero desde hace más de veinte años, Rafael se planteó hace algún tiempo la creación de una escuela de construcción de guitarra española en Cádiz. Desde diciembre, la Escuela de Guitarrera Rafael López es una realidad ubicada en el Cerro del Moro.

El pasado verano Rafael reclamaba, a través de nuestro medio, más ayuda y apoyo. A día de hoy confiesa no haberlo conseguido. Por eso, se enorgullece tanto de que, pese a ello, el proyecto haya salido adelante.

Desde que abriera el centro, ha tenido varios alumnos en cursos de larga duración, procedentes de muy diversos puntos. Rafael quiere con su escuela crear un precedente y conseguir que las autoridades se hagan eco e incluyan la enseñanza de este oficio en los planes de estudio. Sonríe mientras afirma que le encanta el paso que ha dado y que lo disfruta muchísimo ya que, además, piensa que no se le da "nada mal eso de enseñar".

Pero Rafael ya tenía experiencia como maestro guitarrero. En el verano de 2006 impartía el I Curso de Construcción de Guitarra Española, inscrito dentro de los Cursos de Verano de la UCA. El año siguiente repetía experiencia, esta vez como una iniciativa privada, en los talleres de metal del centro educativo San Ignacio.

Desde el pasado lunes, y hasta el 1 de agosto, Rafael está impartiendo la tercera edición del curso. Este año, como no podía ser de otra manera, en su escuela.

El número tres no sale con aire amargo de su boca, a pesar de ser el número de alumnos con los que cuenta este año, frente a la quincena del año pasado. El guitarrero achaca el descenso de alumnos a dos motivos; en primer lugar a la crisis, "que se nota en todo", y en segundo lugar a que "ha habido un cambio fundamental en el desarrollo de los cursos" al duplicarse el número de horas y, por tanto, todos los gastos. Pero es que "una semana no era suficiente, al menos en dos semanas el alumno puede llevarse su guitarra montada", asegura.

Pero Rafael no agacha la comisura. Disfruta con este curso con independencia de las cifras. Carlos de Alicante, Jaime de Lepe y Jorge de Málaga, perfeccionarán su técnica durante estas dos semanas. Y eso es suficiente para henchir de orgullo al guitarrero.

Este año el curso tendrá que prescindir del concierto que sí ofreció el año pasado. Y es que, tras solicitar ayuda a una entidad financiera privada, Rafael no ha obtenido respuesta. Sólo Madinter, una empresa maderera de Madrid, ha aportado su ayuda regalando a los alumnos la madera necesaria para la construcción de sus guitarras. Lo que sí repetirá este año será una conferencia sobre acústica a cargo de Julio Gimeno. Abierta a todo aquel que quiera asistir, tendrá lugar en su escuela y la fecha, aún no concretada, será publicada en su página Web, www.rafaellopezhijo.com.

Como proyecto futuro, Rafael quiere organizar una exposición de cara a Cádiz 2012. Se ha puesto en contacto con coleccionistas y tiene ya localizadas una decena de guitarras de grandes constructores. "Lo veo muy viable, porque hay precedentes. Cuando las administraciones públicas apoyan, se pueden conseguir resultados excelentes", concluye.