Integrante del grupo argentino Les Luthiers desde sus comienzos, Daniel Rabinovich (1943, Buenos Aires) hace un pequeño repaso a una carrera que cosecha desde hace casi medio siglo ante su inminente visita a la ciudad. Recuperado de un amago de infarto hace ahora dos años, Rabinovich es licenciado en Derecho y se presenta como la cara visible y popular de la formación argentina, donde interpreta y toca la guitarra con la soltura de los grandes, además de otros instrumentos como el bass-pipe a vara y el calephone. Desde 1967 Les Luthiers recorre el mundo en esa conjunción tan característica de música y humor que presentarán durante tres días en el Teatro Villamarta a través de 'Lutherapia', un espectáculo en torno a una terapia psicoanalítica en la que Marcos Mustock representa el papel de psicólogo y Daniel Rabinovich el de paciente, en una conversación que va dando lugar a los números que componen el recital que presentarán esta noche, así como mañana y el próximo domingo a partir de las 20,30 horas.

-¿Observan algún cambio entre el humo latinoamericano y el español?

-Para nosotros no hay demasiadas diferencias, sobre todo porque aprendimos a pensar y escribir nuestras obras sin caer en localismos. Y es por eso que podemos hacer nuestras funciones en cualquier ciudad de nuestros dos países sin cambios. El buen humor, el humor inteligente, se parece en todos lados.

-¿Hay un humor característico de cada cultura?

-Supongo que sí. Hay culturas que tienen humor en las réplicas, en los mismos diálogos de todos los días y otras en que son más pensados. No soy una autoridad para opinar de este tema… ¡Ni de muchos otros!

-¿Cuáles son sus referentes en el humor español?

-Tip y Coll, Martes y Trece, El Roto, Forges, Els Tricicle, Máximo, Mingote, Chumy, La Trinca… ¿Sigo?

-¿Cómo ha cambiado el panorama humorístico desde que empezaron sobre los escenarios hace ya casi 50 años?

-Se ha superado un estado de mucha censura, especialmente en las épocas de dictaduras militares allí y aquí… Y se han incorporado temáticas que usualmente no eran habituales en los teatros. Pero en general, no me parece que haya cambiado mucho, por lo contrario el humor fino sigue siendo fino y el chabacano sigue siéndolo.

-¿Hay tabúes sobre los que no se puede bromear?

-Hay situaciones y temáticas con las que me parece que no se puede, no se debe hacer humor. El máximo sufrimiento, el mal absoluto, la tortura, son temáticas imposibles de recorrer con humor. Al menos para Les Luthiers.

-¿Cómo se sintieron al postularse para el premio Príncipe de Asturias?

-No nos postulamos nosotros… nos postularon varias veces. Muy felices y orgullosos. Nos gustaría mucho recibir ese premio.

-A veces han comentado que los Reyes son seguidores suyos, ¿cómo se sienten al tener admiradores entre la realeza?

-Son admiradores nuestros y nos los han dicho. Nos visitan y honran con su presencia cariñosa en nuestros espectáculos.

-¿Es el humor el escape necesario en esta época de crisis?

-El humor es una necesidad del hombre en todo momento. En los de crisis más todavía. Aunque lo de necesario… supongo que es más necesario mejorar la economía, las condiciones de vida y de libertad que el humor en las crisis.

-Si se realizara un psicoanálisis a la situación actual, ¿cuáles creen que serían los problemas principales?

-Es imposible psicoanalizar la situación actual. La realidad no es un paciente. Y usted y yo y quienes nos leen sabemos perfectamente bien cuáles son los problemas que la realidad nos impone. Veo al psicoanálisis como una manera de revisar las ideas de nuestro inconsciente y poder modificarlo un poquito para ser más felices.

-¿Qué les queda por alcanzar?

-El avión del lunes, que nos regresa a casa después de una gira muy larga.

-¿A quién le gustaría hacer reír?

-Nos encanta nuestro trabajo, es una verdadera bendición, porque nos permite hacer reír a mucha gente. En realidad, a reírnos nosotros con el público.

-¿Después de medio siglo, sabrían decirme la clave de vuestro éxito?

-Mucho trabajo y dedicación. Muchas horas de silla. Mucho ensayo y error y muchísimo talento de mis compañeros.

-¿Con quién les gustaría subirse al escenario?

-En lo personal, con Penélope Cruz, y a ser posible en una comedia romántica, muy romántica…

-El gobierno les hizo españoles oficialmente, ¿han notado el cambio, duermen más siesta?

-Claro, y hemos engordado de orgullo.

-¿Qué recuerdos guardan de sus visitas a Jerez?

-Lo hemos pasado muy bien, hemos admirado su gente y sus calles. Y nos hemos bebido todo. cuando digo 'todo' quiero decir 'todo'.