El Teatro Romano de Mérida acoge hoy el estreno absoluto de Las ranas, una obra de Aristófanes que llega al Festival de Teatro Clásico de Mérida bajo la coproducción de la compañía andaluza Hiperbólicas Producciones y el propio festival, en un montaje adaptado y dirigido por Juan Dolores Caballero.

"Es un honor y un orgullo ser el director de una de las pocas compañías andaluzas que estrenarán una obra en el Festival de Mérida. Es por eso un placer para mí dirigir esta comedia", comenta el dramaturgo granadino, conocido en el mundo de las artes escénicas como El Chino.

Las ranas, la obra que ahora adapta el también artífice de la compañía Teatro del Velador, es una de las 11 comedias de Aristófanes (Atenas, 444 a.C. - 385 a. C.) que se conservan íntegras. En ella, con tono de sátira, se cuenta el viaje que realiza el dios Baco al inframundo para devolver a Eurípides a la vida, aunque luego las cosas no saldrán exactamente como estaban planeadas.

El elenco encargado de representar la obra, de lo más televisivo, está encabezado por Pepe Viyuela, que encarna al propio dios Baco, el cual -aburrido en la propia pieza de la ínfima calidad de los montajes teatrales de su tiempo- decide bajar al Hades acompañado por su esclavo Jantias, papel interpretado por Miriam Díaz-Aroca. Selu Nieto (en el rol de Esquilo), Beth (Narradora), Carles Moreu (Hércules y Éaco), Susana Hernández (Mueta y Plátana) y Alfonso Rodríguez (Caronte y Eurípides) completan una nómina de intérpretes cuyo trabajo elogia el director. "Son todos unos grandes actores y profesionales, la experiencia que he vivido con ellos ha sido magnífica... Volvería a montar otra obra con ellos", dice.

En cuanto a la adaptación del texto, Dolores Caballero comenta que "esta adaptación de Las ranas es más libre que la obra original, ya que el texto de Aristófanes es muy difícil de entender y resulta incluso aburrido y poco teatral".

"He hecho una adaptación suprimiendo algunas cosas, pero no obstante la comedia sigue siendo fiel a la propuesta de Aristófanes", explica sobre este texto que "puede enmarcarse dentro de lo atípico". "Su complejidad radica en que se trata de un texto dividido en dos partes, donde el conflicto se diluye entre el viaje que emprende Baco en busca de un poeta y el juicio que se hace a Eurípides y Esquilo en el Hades para saber cuál de los dos se merece el premio a mejor poeta, proceso en el cual Baco ejerce el papel de juez", añade el director en sus notas sobre la obra.

Al plantear la adaptación, Dolores Caballero quiso hacer también hincapié en la puesta en escena, de la que se ocupa Juan Ruesga (diseño de escenografía e iluminación). "En este sentido, la propuesta de Las ranas se acerca al mundo grotesco con el que hemos estado trabajando en El Velador", dice el dramaturgo, cuyo interés por el lenguaje del clown, igualmente desarrollado por la compañía del granadino en sus últimas producciones, se verá también reflejado en esta adaptación de Aristófanes. Juegos escénicos propios de la comedia, así como cierta ironía en las evocaciones de la tragedia y su retórica, se cuentan también entre los elementos más personales que aporta El Chino a esta versión.

Si el también autor de Lisístrata no se cortó en su texto a la hora de despacharse a gusto con las modas de la literatura del momento, tampoco el director granadino renuncia a lanzar un mensaje sobre el actual y difícil momento por el que pasan las artes escénicas en nuestro país, y sobre la sociedad española en general: "Para remediar la situación actual y para conseguir una verdadera libertad en el arte, harían falta no uno sino cinco Bacos -bromea-. Sería necesario que ayudara al grupo de los buenos poetas y quitara de en medio a los malos".