Cultura

Juan Margallo regresa al FIT con dos obras en la sala Batillo del Baluarte de Candelaria

  • El ex director del festival presenta 'La madre pasota' y 'Cosas nuestras de nosotros mismos'

 El Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz abre hoy el telón para recibir sobre el escenario a uno de sus primeros y principales impulsores. El madrileño Juan Margallo, director del festival durante un buen número de años, regresa al FIT al frente de Uroc Teatro con dos obras de pequeño formato. Será, hoy y mañana, en la sala Batillo del Baluarte de la Candelaria. No es la primera vez que actúa en el festival que él mismo dirigió, pero sigue calificando de "maravilla" volver al FIT y, también, volver a Cádiz.

Acompañado sobre las tablas de Petra Martínez, como suele ser habitual, Juan Margallo se presenta ante el público gaditano con una obra de Dario Fo y otra creada por ellos mismos, aunque ambas se presentan prácticamente hiladas entre sí. Primero representarán La madre pasota, un texto del dramaturgo italiano que relata la historia entre una mujer afiliada al Partido Comunista y de su hijo situado en la extrema izquierda. Después llegará Cosas nuestras de nosotros mismos, una obra de Margallo y Martínez en la que se vienen a representar a sí mismos mientras ensayan la obra de Fo y tratan de cerrar, con escaso éxito, algún contrato para representarla en un festival: "Un desastre total", resume Juan Margallo.

Ambas obras tienen al humor como protagonista. El texto de Dario Fo, en origen un ensayo, relata el intento de la mujer por conseguir que su hijo abandone las posiciones extremistas, par lo que incluso llega a disfrazarse de hippy para buscarlo por comunas y bares. Fieles al texto del italiano, Margallo afirma sin embargo que se trata de una obra actual al plantear como tema el conflicto generacional y la rebeldía de la juventud.

También el otro texto, el propio, pretende divertir al espectador al tiempo que ellos mismos se divierten parodiando las dificultades y penurias de dos teatreros. Seguro que entre sus líneas se podrán leer pasajes que, sin ser estrictamente biográficos, dibujan algún momento de la amplia trayectoria artística, algo más de medio siglo, de ambos actores.

En cualquier caso, las dos obras servirán para que Margallo sienta de nuevo la emoción de estar en el FIT, un festival que "mantiene el espíritu" con el que comenzó, que sigue siendo "un punto de encuentro" de la familia teatral iberoamericana. Lo único que echa de menos es la Residencia del Tiempo Libre, un espacio que espera que el festival recupere en próximas citas.

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