La magia de los encuentros que vertebra gran parte de la obra de la palentina Marina Anaya llega esta tarde por duplicado. La artista expone las setenta y dos piezas que componen su muestra Y llegaste en dos espacios diferentes: por un lado, en la Galería Benot, donde parte de la exposición podrá contemplarse hasta el 28 de septiembre; y por otro, en el Castillo de Santa Catalina, donde el resto de la colección permanecerá hasta el 28 de octubre. Una muestra, integrada por piezas de pintura, grabado y escultura en distinto formato, que la Galería Benot organiza, en esta ocasión, con la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz.

Marina Anaya (Palencia, 1972) colabora desde hace tiempo con la galería de Rafa Benot, y en el verano de 2008 llegó al centro expositivo con la muestra Volver: un recorrido por las historias "pequeñas y emotivas" que nos ofrecen estaciones, aeropuertos, viajes y reencuentros. Una temática llena de ternura y optimismo, que casaba muy bien con el estilo colorista y amable que cultiva Marina Anaya.

En esta ocasión, la creadora vuelve al tema de los reencuentros con Y llegaste: una serie que juega con los turquesas, el metal y el rojo sangre para plasmar un mundo con trazos tropicales y acuícolas, repleto de parejas volanderas y felices.

Como comenta sobre esta muestra la periodista Lidia Martín Araujo, las historias de Marina Anaya, "contadas a pinceladas, nos recuerdan que todos somos transeúntes en busca de la felicidad. Si uno tropieza con ella debe cuidarla para que crezca. Sólo cuando eche raíces en nuestros corazones podrá mantenerse viva".