El Consejo de Medio Ambiente reunido el martes en sesión extraordinaria, adoptó varias decisiones sobre la gestión de Apemsa en la depurado de Las Galeras y otros asuntos como la reprobación de la concejala Marta Rodríguez por su posición respecto a la reposición del arbolado de la avenida Micaela Aramburu de Mora.

En relación al asunto de la depuradora de Las Galeras, Ecologistas en Acción (EA), por mediación de Juan Clavero, exigió al gerente de Apemsa, Juan Campos, que presente al Consejo los resultados de las analíticas de dicha depuradora, aunque envió un escrito donde afirmaba que no aportaría los datos que le pedían los ecologistas. Estos se preguntaron cómo es posible que sobre la base de un mismo muestreo, las analíticas que se obtienen son totalmente diferentes según provengan del laboratorio de Apemsa, del de la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía o de un tercer análisis que realiza un auditor externo independiente. En el primer caso los parámetros de depuración de la EDAR gestionada por Aqualia siempre cumplen la normativa ambiental, mientras en los dos otros casos suelen sobrepasar los límites permitidos por la legislación medioambiental. Clavero acusó a Juan Campos de "mentir al Consejo de Medio Ambiente y ocultar información" al respecto, a la vez que exigió a Apemsa que aporte al Consejo "todas las analíticas de las que dispone". El Consejo aprobó por unanimidad -incluso con los votos del PP y el PA- pedir a Apemsa dichas analíticas y la elaboración de un informe que explique las causas de que existan esas grandes discrepancias entre los resultados de las analíticas elaboradas por Apemsa y las de la Junta y el auditor externo.

Por otra parte, el Consejo, aprobó con los votos a favor de EA, Facua, Flave, CCA, IU, Ciudadanos Portuenses y Fevema, y con la oposición de PP y PA la reprobación de la concejala de Medio Ambiente, Marta Rodríguez, por su negativa a tratar un asunto planteado en la última reunión de este órgano de participación y "por su actitud prepotente en el asunto de la reposición del arbolado de Micaela Aramburu". En este sentido, Juan Clavero criticó que la concejala insista en que no se pueden repoblar dicha avenida con palmeras, aunque no presenta ningún informe concluyente que avale su decisión.

Según los ecologistas, el Consejo se mostró mayoritariamente a favor de plantar palmeras en Micaela Aramburu (unas 50 en total), manifestando que aunque sean del tipo datileras -las que más ataca el picudo rojo- el coste anual de su tratamiento sería de 4.000 euros, una cifra que estiman "asequible", aunque la concejala "se cerró y dijo que no se ponen palmeras".

Se aprobó una propuesta para elevar a pleno una proposición en la que se afirma que "siguiendo el ejemplo de otras ciudades del entorno que están recuperando sus palmerales urbanos -caso de Cádiz, Chiclana, San Fernando o Sevilla- se proceda a la reposición de las palmera s de la avenida Micaela Aramburu con las especies más resistentes al picudo rojo, paralizando mientras tanto la plantación con otras especies de árboles".